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EDGAR ALLAN POE

Un Spielberg capaz de revolucionar lo que tocaba

El periodista Toni García Ramón, habla sobre la vida y la obra del gran Edgar Allan Poe

iStockphoto

Madrid

Gran poeta, maestro del género breve (por el que se hizo famoso), asiduo reincidente del opio y del alcohol, padre de la novela policíaca y de la ciencia ficción, protagonista del Romanticismo trágico oscuro, la vida de Edgar Allan Poe podría servir de abrumador argumento para una de sus novelas más logradas.

El periodista Toni García Ramón analiza el legado vital y literario de un autor con el que se podrían asociar tantos adjetivos que se hace casi obligatorio pensar en él como en un genio. “Tocó todos los géneros, y todos bien. En cierto sentido, es un poco Spielberg un tipo que ha sido capaz de cambiar cada género que ha tocado”, asegura Toni García.

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La desgracia de unos, puede ser la suerte de muchos e, irónicamente, la dura vida que le tocó vivir a Poe, impulsó la calidad en su prosa y su poesía. Como apunta García Ramón, “el lado oscuro de la vida disparó su creatividad”.

Si hubiera que escoger un género para definir su vida, la tragedia casaría a la perfección con su experiencia vital. Nacido en 1809 en Boston, su padre los abandonó y su madre murió de tuberculosis cuando sólo tenía 2 años. Fue adoptado por John Allan, un adinerado de Richmond que le proporcionó una vida y una formación que sus padres biológicos jamás le hubieran podido ofrecer.

Parecía que su vida estaba destinada a juguetear con la muerte. Se formó en un internado junto a un cementerio. El profesor de matemáticas les hacía pasear entre las tumbas y a restar los números de las lápidas para saber cuánto tiempo llevaban muertos. A los 14 años se enamoró de la madre de un compañero de clase. Murió un año más tarde. Le dedicó uno de sus primero poemas “Para Helen”.

En su época universitaria empezó a abusar del alcohol y las apuestas. Tras frecuentes encontronazos con su padre adoptivo, este se desentendió de él y qué mejor para abandonar a un hijo que dejar de pagarle las facturas. Deprimido, sin dinero y casi con lo puesto, viaja a Boston para dedicar todos sus recursos a la edición de su primer libro “Tamerlán y otros poemas”, lo firma como ‘un bostoniano’. Sin más salida, ingresa en el ejército para poder sobrevivir. El sueldo era de cinco dólares al mes. Su disciplina estaba enfocada más a la pluma que a las armas porque no hizo falta mucho tiempo para que le expulsaran de la armada.

Se acabó trasladando a Baltimore y es justo allí donde se consagra como escritor. Gana su primer premio con “El manuscrito hallado en una botella”. Vive con su tía Clem y su prima Virginia, de la que se enamora. Es doce años menor que él. Aún así, se casan.

Pero la desgracia de nuevo llama a su puerta. A los 33 años su mujer enferma. Fue una muerte lenta y dolorosa, un lapso de cinco años en los que su amada vomitaba sangre y de pronto, mejoraba. Un vaivén emocional que sumió a Poe en un estado de nerviosismo estremecedor. Cuando ella muere en 1847, Poe inicia su particular descenso a los infiernos. Sus abusos con el alcohol y el láudano (un derivado del opio) deterioran su salud. Fallece en Baltimore, dos años más tarde, aunque las causas de la muerte jamás se esclarecieron. Hasta en su muerte, Poe fue capaz de dejar un eterno suspense a una vida que más que vida fue obra.

Lo que es claro es que Poe ha dejado huella en toda la literatura a partir de él. Julio Cortázar, gran admirador del inglés, contaba que era un hecho conocido que Poe tenía miedo de la oscuridad, y no podía dormir, y aun así, de ese fondo de la noche, “del balbuceo mismo del terror, rezumará la maravilla”. Así cuenta Cortázar su final:

“Murió a las tres de la madrugada del 7 de octubre de 1849. “Que Dios ayude a mi pobre alma”, fueron sus últimas palabras. Más tarde, biógrafos entusiastas le harían decir otras cosas. La leyenda empezó casi en seguida, y a Edgar le hubiera divertido estar allí para ayudar, para inventar cosas nuevas, confundir a las gentes, poner su impagable imaginación al servicio de una biografía mítica”.

EXTRACTOS DE PELÍCULAS

(Especial Edgar Allan Poe)

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