Desaprendizajes
La incapacidad y falta de voluntad de los partidos -con atribución desigual de responsabilidades a cada uno- han incumplido su obligación y no habrá gobierno

Madrid
Los procedimientos y plazos constitucionales y la incapacidad y falta de voluntad de los partidos -con atribución desigual de responsabilidades a cada uno- han incumplido su obligación y no habrá gobierno. Se nos van, en el mejor de los casos, tres trimestres. Un tiempo que no ha sido solo inhábil o improductivo, sino algo peor: ha supuesto un retroceso.

Foto de archivo de Antonio Hernández-Rodicio / CADENA SER

Foto de archivo de Antonio Hernández-Rodicio / CADENA SER
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Un retroceso en la idea de que las izquierdas, que seguirán necesitándose el 27J, querrían y podrían entenderse. Un retroceso en el advenimiento de un nuevo tiempo político. Y un enorme retroceso en la responsabilidad del partido de gobierno que, con Rajoy a la cabeza, ha decidido enrocarse, renunciar y dejar que pase el tiempo: un cortoplacismo que lo va a premiar con otra tirada de dados pero que lo difumina como organización capaz de anteponer los intereses del Estado por encima de los suyos propios.
No ha desaparecido uno solo de los problemas que afectan a los españoles y que, por cierto, alumbraron el nacimiento de Podemos: ni el paro, ni la desigualdad, ni la corrupción; ni hay una política decidida por la educación pública con recursos suficientes y la investigación; no hay agenda respecto a Europa o ante retos formidables como la crisis de los refugiados.
Tiempo de guerras perdidas como tituló su biografía Caballero Bonald, quien en su discurso del premio Cervantes alertó contra "los desahucios de la razón" y como corolario ha publicado ‘Desaprendizajes’. Igual se trata de eso: de desaprender para empezar de nuevo.




