Ismael Santos: “El trauma fue que me echaran del equipo de mi vida”

Barcelona

Esta mañana en Hoy por hoy con Gemma Nierga hemos hablado con Ismael Santos, pieza fundamental de aquel Real Madrid de Baloncesto que se alzó con la Copa de Europa en 1995 y capitán de aquel equipo, Ismael aún se estremece recordando aquella hazaña.

Ahora mismo es “otra persona”, aunque aún guarde parte de su pasado, ya han pasado 13 años desde que dejara el baloncesto, ahora es guía de montaña y acaba de publicar su segundo libro, Inteligencia espiritual y deporte junto al filósofo, Francesc Torralba.

“Me he buscado ser distinto”, ha dicho Ismael, hubo un momento en el que se dio cuenta de que “necesitaba otra cosa”, “sentía que había agotado un capítulo de mi vida, quería descubrir que había detrás del Ismael Santos jugador de baloncesto, capitán del Real Madrid, personaje público y conocido”, por ello dejó de jugar, cambió de país y comenzó una nueva vida.

Cuando un deportista termina su carrera siempre es difícil dejar su trayectoria atrás y reinventarse, Ismael supo hacerlo, pero reconoce que hay “grandes ejemplos de deportistas que sienten vértigo y no saben ir más allá, porque el miedo los atenaza y los bloquea”, lo conocido como síndrome del “juguete roto”,. Para Ismael, en muchas ocasiones esto ocurre porque “el sistema falla”.

Ismael Santos se pasó a la montaña y su mundo espiritual cambió, como él dice, “cuando juegas en el Real Madrid eres juzgado por cada partido, por cada entrenamiento, cuando juegas, al día siguiente del partido, la gente te habla y te mira de manera distinta en base a si has ganado o has perdido, o si has jugado bien o has jugado mal, sin embargo el mundo de la montaña es aislarte completamente de todo ese tipo de vida, y es encontrar silencio, soledad y tomar perspectiva de todo eso que has vivido, esto te hace profundizar mucho en las cosas”.

En su último libro, escrito junto con Francesc Torralba, ambos profundizan sobre el concepto de la inteligencia espiritual, asociada al deporte, Ismael Santos nos explica en qué consiste esta inteligencia, “la inteligencia espiritual es algo desconocido, la gente puede confundirlo con religiosidad, que no tiene nada que ver. La inteligencia espiritual es una dimensión más del ser humano, como es la física, la mental o la emocional. Esta inteligencia profundiza y te faculta para preguntarte por el sentido de la vida, para tomar perspectiva de la realidad que vives, te da otra dimensión de la vida, y es muy importante que esta inteligencia cobre protagonismo y la gente la conozca y la trabaje, porque es la inteligencia sobre la que basas tu vida”.

Ismael reflexiona también sobre la naturaleza actual del deporte, él dice que “la esencia del deporte se ha olvidado”, dice que “hay mucho dinero, y que hay mucha gente que come de ese negocio”. Ismael entiende como lógico que el deporte mueva mucho dinero puesto que tiene un impacto muy grande en la sociedad, pero añade que lo tóxico es que “la gente vaya a ver deporte como un desahogo a sus frustraciones y que los deportistas se tomen el deporte un medio para ser famosos o ganar dinero, y no como una herramienta para crecer a nivel personal”.

Ismael, ya en su etapa como jugador profesional ya seguía “ese camino espiritual”, lo que no sabía era “ponerle palabras”. Reconoce que él nunca ha jugado por dinero, porque “era muy idealista, muy romántico”, y que era eso lo que le movía. En lo que se estaba convirtiendo el deporte, hizo que Ismael se “alejar y desenamorara” de lo que era su pasión.

Cuando se produce una transformación tan radical en un persona, suele ser un hecho puntual o un trauma para Ismael “el trauma fue que me echaran del equipo de mi vida de una manera no muy amistosa, por un motivo personal y no deportivo, siendo capitán del equipo y teniendo años de contrato. Para alguien que sueña con jugar en Real Madrid desde niño para transmitir unos ciertos valores a la gente, es un trauma”.

“Tenía claro que no quería seguir en el baloncesto y descubrir otras facetas mías, quise descubrir quién era”, nos ha contado el ex jugador. Él noto su cambio “al estar en armonía con la naturaleza”, dice que “aunque no te des cuenta, empieza a cambiar tu manera de vivir, de ver las cosas y de comportarte con las personas”.