La legislatura del espejismo
De alguna manera se desinstala un Parlamento que nunca terminó de funcionar. Nunca funcionó del todo porque en una de sus labores principales, como control del Gobierno, no pudo hacerlo
Palmeras salvajes: 'La legislatura del espejismo'
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Madrid
En el Congreso empieza a haber ese aire de nostalgia producto de leyes que decaen, las iniciativas que no seguirán adelante porque esta legislatura tampoco lo hará. No sé si es más un aire de nostalgia o un aire de saudade. En la saudade se produce un fenómeno muy curioso, y es que a veces el sentimiento se produce cuando se sufre tanto la ausencia de la amada, que se echan de menos los días antes de conocerla. Los gallegos tenemos más experiencia con la morriña, pero la saudade está muy cerca; a 40 minutos en coche desde Pontevedra. Por eso esta definición es correcta si se aplica a la legislatura: “Un bien que se padece, un mal que gusta”. Yo creo que el poeta se refiere a que la frustración del desamor es tan grande que echa de menos los días en los que ni siquiera estaba enamorado. Lo que no se hará, entre otras muchas cosas, es abortar el calendario de la Lomce. Ni ver como una realidad la Ley 25 de emergencia social. Tampoco se creará un registro de lobbies en el Congreso, ni se desclasificarán los secretos oficiales a los 25 años, ni se modificará el régimen de tasas judiciales ni se debatirá rebajar a los 16 años el derecho de voto.
De alguna manera se desinstala un Parlamento que nunca terminó de funcionar. Nunca funcionó del todo porque en una de sus labores principales, como control del Gobierno, no pudo hacerlo porque el Gobierno alegaba estar en funciones, por tanto descontrolado, precisamente cuando más estrecha debía de ser su vigilancia. Por eso la sensación es extraña. Se ha producido un desencanto tan grande desde las primeras semanas que todas las leyes que se han querido llevar a cabo parecían nacer muertas. Como cuando el árbitro pita fuera de juego y un equipo sigue la jugada hasta marcar gol ante la pasividad del contrario. Ni siquiera el público, como ha ocurrido en España, se levanta a celebrar nada. La legislatura del espejismo. El último intento de acoplar la realidad a la ficción; la realidad de unas leyes a la ficción de un Congreso fantasma y bloqueado.
Manuel Jabois
Es de Sanxenxo (Pontevedra) y aprendió el oficio de escribir en el periodismo local gracias a Diario...