La VentanaLa memoria del miedo
"En este país ya supimos lo que era vivir –o sobrevivir- con miedo y con opresión. Si cedemos a lo primero llegará lo segundo."
Madrid
Los aniversarios sirven al menos para dos cosas, que yo sepa: para celebrar que seguimos vivos -eso es lo más importante- y para reflexionar sobre el pasado. Se pueden extraer un montón de lecciones sobre cosas que ocurrieron tiempo atrás si las trasladamos al presente por las vías adecuadas. Y estos días, con motivo de los 40 años del diario "El País", nos estamos dando un auténtico atracón. Ayer, por ejemplo, a propósito de la caída del muro de Berlín nos preguntábamos, debatíamos sobre si el siglo XX acabó, de forma prematura, aquel 10 de noviembre del 89; eso no lo sé, pero sí tuvimos muy claro que al capitalismo ya fue imposible embridarlo por la falta de contrapesos, por ausencia de alguna referencia alternativa. Y que desde entonces ha cabalgado al galope, con todos los excesos de codicia, los abusos de poder y la desigualdad, la enorme y maldita desigualdad, que -sin saberlo- se pusieron en marcha aquel día.
Hoy vamos a recordar otras fechas: el 11-S, y el 11-M, porque el mundo en general y el nuestro en particular, sufrió un terremoto cuyas réplicas no han cesado aún ni muchísimo menos. Y hoy que precisamente estamos contando detalles de la enésima operación, aquí en España, contra el terrorismo yihadista, sólo quiero preguntarme –y preguntarles- si el miedo va a poder con nosotros. Y si ese miedo, utilizado de forma perversa y torticera, acabará adelgazando nuestra libertad. Yo espero que no; y para acabar de convencerme les propongo hacer eso: mirar atrás. Y que los más veteranos prediquen –prediquemos- a los más jóvenes que ese precio es inasumible. Porque en este país ya supimos lo que era vivir –o sobrevivir- con miedo y con opresión. Si cedemos a lo primero llegará lo segundo. Y, sinceramente, no creo que merezca la pena.
