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El sueño que se convirtió en pesadilla

Barbara Payton brilló fugazmente en elcine a finales de los años 40 y principios de los años 50 para después caer rápidamente en la más profunda degradación. El domingo 8 de mayo se cumplen 49 años de su fallecimiento.

B.P.

Madrid

La historia de Barbara Payton resume las de otras muchas aspirantes a estrellas que se quedaron por el camino. Su caso es todo un estereotipo: una joven de un pequeño pueblo, con un buen físico y un talento moderado que llega a Hollywood soñando con triunfar en el mundo del cine.

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Nació en una pequeña población de Minnesota. Antes de llegar a Hollywood ya se había casado dos veces. De hecho convenció a su segundo marido para que pasaran la luna de miel en Los Ángeles. Ya en la ciudad de las estrellas se presentó a una prueba en la RKO en la que dejó a todos maravillados. Un año después abandonó a su esposo marido y regresó a Hollywood. Hizo algunos pequeños papeles y en 1949 le llegó su oportunidad en una cinta de cine negro titulada “Atrapado”, en la que daba vida a la novia de un delincuente interpretado por Lloyd Bridges.

Tuvo algunos escarceos con actores como George Raft o el mismísimo Bob Hope. Pronto se convirtió en una habitual de las revistas de cotilleos. Otro de sus amantes fue James Cagney que le dio la oportunidad de ser su chica en otra película de cine negro: “Corazón de hielo”. Eso le abrió las puertas a mejores papeles y pronto se vio al lado de Gregory Peck en el western “Solo el valiente” o de Gary Cooper en “Dallas, ciudad fronteriza”.

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Fue entonces cuando apareció en su vida un nuevo amante: Franchot Tone, un actor que había sido marido de Joan Crawford y era famoso por películas como “Rebelión a bordo”. Él tenía 45 años y ella solo 23 pero congeniaban bien. A los dos les gustaba salir de juerga todas las noches a los clubs de Sunset Strip.

Mientras tanto la carrera de Barbara se había estancado. De trabajar con Gary Cooper o Gregory Peck en poco tiempo pasó a rodar películas de serie B como "La novia del gorila".

A los 26 años Barbara Payton era ya una alcohólica. Perdió la custodia de su hijo y su carrera cinematográfica desapareció casi por completo. Sin dinero, con el rostro deformado por la bebida y muchos kilos de más, la chica no conseguía encontrar trabajo.

En 1955 fue detenida por pagar con cheques sin fondo. Poco después se fue de Los Ángeles y se casó con un vendedor de muebles al que había conocido pocos días antes de la boda. Solo estuvieron juntos seis meses. Barbara le abandonó y regreso a Hollywood. A su problema con el alcohol se sumó entonces la adicción a las drogas.

A principios de los años 60 Barbara Payton vivía en la degradación más absoluta. Se prostituía en la zona de Sunset Boulevard parando coches; fue detenida varias veces por robar en tiendas y el alcohol la tenía completamente dominada. Finalmente fue desahuciada de su apartamento y acabó viviendo en la calle. Poco después Barbara hizo un último esfuerzo por salvar su vida. Se fue a vivir con sus padres a San Diego e intentó dejar la bebida. No lo consiguió. Siguió bebiendo hasta que fue hospitalizada. El 8 de mayo de 1967 falleció a causa de un fallo hepático. Tenía 39 años.

Elio Castro

Elio Castro

Licenciado en Historia del Arte y Máster en periodismo por la Universidad Autónoma/El País. Periodista...

 

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