“Quiero que mi familia continúe en Pedernales”
Hassan Borja pretende ayudar a su familia ecuatoriana colaborando desde España para la recogida de recursos
Madrid
La noticia del terremoto la recibió con mucha pena y preocupación por sus familiares y amigos. Hassan Borja es un joven ecuatoriano de veinte años que desde hace dos vive en Madrid. En la distancia, ha visto cómo el terremoto de 7,8 grados en la escala de Ritcher ha arrasado con la vivienda de su familia.
ERIC PESTANO / ECUADOR HASSAN / H14 / 08/05/2016
01:41
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A pesar del impacto que supuso para él recibir la noticia de que alguno de sus amigos había fallecido, Hassan no pierde el interés por mantener lo poco que les pueda quedar: “mi familia me dice que quiere marcharse, pero yo los animo a continuar en Pedernales y no dejar todo lo que hemos construido durante este tiempo”.
El cantón de Pedernales fue, precisamente, uno de los lugares más castigados por el terremoto. En la zona murieron 173 personas, aunque se espera que aumente esta cifra tras dar con el paradero de otras dos. Las afueras de esta población estaba construida con bases de madera, “muy débiles”, como reconoce el propio Hassan.
Después de tres semanas del terremoto, todavía no disponen de luz ni de agua en este lugar, aunque el Gobierno asegura que el 95% del suministro ya está al corriente. Esto dificulta las comunicaciones con la familia, “que no dispone de una toma de corriente para cargar los móviles”, se lamenta Hassan.
“Nosotros llamamos cuando otros miembros de la familia nos dicen que podemos hacerlo; ellos no nos pueden llamar a nosotros”, y añade que las comunicaciones no son fluidas: “debemos esperar dos o tres días para poder hablar con mi madre”.
Sin embargo, no ha perdido la esperanza por ayudar y aportar su ayuda para reconstruir el país. Hassan es uno de los voluntarios del centro de Vicálvaro (Madrid) que han sido cedidos por el Ayuntamiento para recoger los recursos necesarios por la población ecuatoriana y luego trasladarlo hasta allí: “ahora me siento más lleno, puedo aportar una pequeña parte; yo sé que no es mucho con toda la gente que debe recibir comida, pero algo debe ayudar todo esto”.
Se estima que serán necesarios entre tres y cuatro años de reconstrucción para devolver cierta normalidad al país que ya calcula el coste económico de los daños: entre 5 mil y 10 mil millones de dólares.