Rajoy, Génova y cintas de vídeo

Madrid

El PSOE ha anunciado que denunciará a la Junta Electoral Central el vídeo de campaña de Mariano Rajoy. Un vídeo que parece haber sido grabado en La Moncloa. Por el color de las paredes, por las ventanas, pudo haber sido grabado en La Moncloa o en el salón de Bertín, que sería mucho más grave. Porque Bertín Osborne es más español que La Moncloa y su salón es un lugar de todos, un salón público que España anhela, que España desea para sentarse en el sofá a hablar de lo mucho que liga y los pueblos que conoce. En este sentido sería más escandaloso que Rajoy iniciase la campaña jugando al futbolín. La pena es no tener un plano más amplio con el que comprobar cuántas fotos familiares de Rajoy hay en el salón. Si hay muchas no lo ha grabado desde su casa, sino en la de Bertín.

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Es un video electoral muy del PP en tiempo y forma. Un video que fomenta el legendario aburrimiento con que el PP quiere movilizar a la España moderada, que en boca de Rajoy suele ser la España aburrida. Quizás por eso ha preferido no moverse de casa para hacerlo. Se confunde la acción de partido con la acción de gobierno, no ya por el escenario elegido sino por el plasma. El plasma ya es, en nuestros corazones, un recurso electoral. Cuando en casa tenemos la televisión apagada inconscientemente bajamos la voz pensando que el presidente está dormido.

El sitio natural de Rajoy dentro de una tele es Génova. Fuera hay un mundo que no ha sido pagado con dinero negro, o sea el extranjero. Y trasladando el vídeo a la sede se observa la línea delgada que separa la producción de la difusión; o sea los intereses públicos de los privados. Como si entre el presidente del Gobierno y el candidato hubiese un trecho que a Rajoy, un político cansado, le diese pereza recorrer. Así, a él le graban en La Moncloa y manda a hacer campaña el vídeo. Se sirve de un espacio institucional, de un lugar en el que debería desenvolver la acción de gobierno, para hacer campaña. Y se hace de una forma tan natural que a estas alturas al PP no se le pasa por la cabeza que alguien se dé cuenta o se escandalice.