El lío de las listas y la habilidad de Pedro Sánchez

Madrid

Ya estamos, otra vez, con las listas y sus muchos barullos. Parece lógico el vocerío en una coalición, como la novísima de Podemos e Izquierda Unida, donde hay que abrir huecos a quienes se incorporan y obliga a escoger y revolver entre dos listas que se presentaron en diciembre y que ahora se quedarán en una sola. Un reparto difícil, porque hay que jugar, además, con las promesas internas de cada líder, máxime cuando cada una de las formaciones es un conglomerado de partidos. O sea, que si ya traían lío, ahora habrá lío y medio. ¿O acaso no era obvio que insistir en presentar por Almería al general Julio Rodríguez, nacido en Orense, no iba a producir sarpullidos? Normal.

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Más raro es lo que pasa en el PSOE, donde Pedro Sánchez se afana, con notable habilidad, en crear un conflicto elección tras elección donde antes no lo había. Hubo gran follón por incluir a Irene Lozano –proveniente de UPyD- en la lista de Madrid en diciembre, para apenas cinco meses después considerarla desaparecida en combate. Ahora ha fichado a la magistrada del Supremo Margarita Robles como segunda por Madrid, en plan de fichaje estrella. Bien conocida en los adentros del PSOE, su nominación habrá levantado ronchas entre sus muchísimos enemigos, de los que tiene toda una colección.

Como Sánchez tiene pocos enredos internos, busquemos algunos más…