Tierras raras en un lugar de La Mancha

¿En qué se parece La Mancha y China? Podrían surgir pocas coincidencias, pero lo cierto es que ambas son ricas en tierras raras. Se trata de metales para la alta tecnología que han pasado a la primera plana en los últimos años por sus interesantes propiedades, y se encuentran en alta concentración bajo el Campo de Montiel, la tierra de Don Quijote. Una comarca de cerca de 30.000 habitantes.

¿Por qué tierras raras?

En realidad, ni son tierras ni son raras. Se trata de 17 minerales que se mantienen juntos, difíciles de aislar químicamente, y son raros porque es muy poco común encontrarlos en una forma pura. Son esos que se dejaban de lado en la tabla periódica y que pasaron de largo hasta que se descubrieron sus beneficios. Pero no solo sirven para los smartphones. Esta explotación también es necesaria para las tecnologías verdes: placas solares, coches eléctricos o turbinas eólicas.

El neodimio hace que los imanes sean más fuertes; el itrio da colores vivos a las pantallas; el lantano hace que las baterías de los coches sean más eficientes, y también abarata la extracción de petróleo… Las primeras aplicaciones eran, por ejemplo, con el cerio para su uso en lámparas de gas, pero la demanda se incrementó con la tecnología. Son caros y escasos, su consumo se ha duplicado en los últimos 20 años, y en el futuro vamos a depender más de ellos.

¿Qué tiene que ver China?

Estas tierras raras están en todas partes, pero no siempre en alta concentración para extraerlas en depósitos grandes. Hasta el momento, en China se encuentra la mina de tierras raras más grande del mundo, y abastece prácticamente la totalidad de la demanda mundial.

China es el actor dominante en la extracción y comercialización gracias a sus abundantes reservas y al bajo coste de extracción. Sin embargo, Pekín dirige el sector hacia un camino más sostenible. El nuevo impuesto sobre la comercialización, junto al mayor control en el proceso de extracción y refinamiento y la modernización industrial, hará subir los precios de las tierras raras para evitar su consumo descontrolado. Por eso Europa quiere su propia mina, que podría estar en La Mancha, para dejar de depender de Asia.

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Polémica con el proyecto manchego

En Campo de Montiel se ha pedido la concesión de explotación para convertirlo en un importante proyecto europeo, con una mina de 300 hectáreas, que según la plataforma son 1.500, y diez años de trabajos.

A raíz de la desinformación entre los vecinos de la zona se creó la plataforma 'Sí a la Tierra Viva', que entre los inconvenientes que ponen al proyecto que quiere iniciar la empresa Quantum Minería en el Campo de Montiel es que aún no hay ninguna mina abierta de tierras raras en Europa. La misma plataforma ha convocado este sábado 21 una manifestación-tractorada en contra de la explotación minera de tierras raras que afecta principalmente a las localidades ciudadrealeñas de Torre de Juan Abad y Torrenueva.

Los vecinos, la mayoría agricultores de la zona, están preocupados por tratarse de un enclave donde confluyen diferentes denominaciones de origen tanto de queso como vino y aceite, además de ser el hábitat de la cría del águila imperial ibérica, y del lince ibérico.

Entre las complejidades del proyecto está la extracción y posterior procesamiento, con los muchos niveles de procesos químicos hasta alcanzar los compuestos puros. Además, entre los depósitos de tierras raras hay, efectivamente, elementos radiactivos, como el torio y el uranio. Aunque el proyecto de Quantum contempla en principio hacer solo un concentrado de tierras raras, sin separarlas, que es cuando surgen más peligros por el procedimientotóxico.