Marilyn Monroe, 90 años imposibles de imaginar
El 1 de junio la actriz hubiera cumplido 90 años, algo que nos resulta imposible de imaginar porque, gracias al cine, Marilyn permanecerá siempre joven.
Madrid
Los lectores de la revista inglesa Empire y de la americana People la votaron hace unos años como la mujer más sexy del siglo XX y seguro que muchos compartís esa opinión. En poco más de doce años de carrera la rubia se convirtió en una de las actrices más carismáticas de la historia de Hollywood y en la mujer que habría de turbar el sueño de varias generaciones. Y es que, por encima de todo, Marilyn Monroe fue un mito del cine.
Sucedió una Noche (29/5/2016): Marilyn Monroe, 90 años
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Su problema era que su sensualidad era tan desbordante que no podía controlarla. Eso hizo que rápidamente la encasillaran en personajes de adorable cabeza de chorlito. Hizo de miope tontorrona en “Cómo casarse con un millonario”, de caza partidos obsesionada con los diamantes en “Los caballeros las prefieren rubias” y nuevamente de rubia ingenua en “Con faldas y a lo loco”, “Bus stop” o “La tentación vive arriba”.
La actriz llegó a hartarse del estereotipo y buscaría proyectos con mayor contenido dramático. Películas como “Vidas rebeldes”, “Río sin retorno” o “El príncipe y la corista” que le permitían lucir más su talento de actriz. Como intérprete Marilyn poseía tres armas secretas. La primera su voz de terciopelo. Los más exigentes dirán que había otras que entonaban mejor pero muy pocas igualaban la gracia y a la sensualidad que la Monroe transmitía cuando se ponía a cantar.
Su segunda arma era su célebre caminar en tres dimensiones, un contoneo cadencioso que lograba acortando un poquito uno de sus tacones. Y por último, poseía un imán irresistible para la cámara. El director Joshua Logan dijo de ella: “No tengo reparo en afirmar que es una actriz con tanta presencia como Greta Garbo y una comediante tan buena como Chaplin”. Sin embargo como compañera de reparto Marilyn era una auténtica maldición para cualquier actor. Su despiste permanente y su falta de puntualidad la convertían en una pesadilla para directores y compañeros de rodaje.
Tuvo numerosos amantes y cuatro maridos. Marilyn demostró que se la podía seducir tanto con el músculo como con el cerebro. Se casó con Joe Dimaggio, el jugador de baseball más famoso de la historia, pero luego le abandonó por Arthur Miller, el dramaturgo. Bajo su influencia Marilyn se apuntó al Actor’s studio e hizo todo lo posible por cultivarse intelectualmente.
Y es que en su vida privada, Marilyn distaba mucho de ser la chica feliz y despreocupada de las películas. Tenía verdadero terror a la soledad y a menudo atravesaba profundas depresiones. Marilyn siempre se supo más deseada que querida, mitificada en vez de comprendida. Los dos últimos años de su vida estuvieron marcados por la soledad, la tristeza y el desespero. Después de su divorcio de Arthur Miller, la actriz entró en una etapa depresiva y tuvo que ser ingresada en un hospital psiquiátrico.
El 19 de mayo de 1962 Marilyn hizo su última aparición en público. Fue en el Madison Square Garden en la fiesta de cumpleaños del presidente Kennedy. Marilyn le dedicó entonces un histórico Happy Birthday.
Tres meses después, el 5 de agosto de 1962, la actriz fue encontrada muerta en su cama, en un final que todavía hoy en día sigue siendo discutido, con toda clase de hipótesis sobre lo que realmente sucedió. Marilyn fue enterrada en un cementerio cercano a Hollywood. Al elegir la placa de su nicho nadie recordó que la actriz había expresado una vez que deseaba que grabasen simplemente: “Aquí yace MM 87-52-83”. Sus iniciales y sus medidas. No cumplieron su voluntad, pero desde entonces no han faltado ni un solo día flores blancas junto a su tumba.
Antonio Martínez
Lleva más de 30 años en la SER hablando de cine y de música. Primero en 'El cine de Lo que yo te diga',...