RELIGIÓN

Cinco preguntas y respuestas para viajar en Ramadán sin sorpresas

¿Podré comer fuera o comprar comida durante el día? ¿Tengo que guardar también ayuno? ¿Abren los museos con normalidad? Si tiene previsto viajar a un país musulmán durante el próximo mes sagrado para los musulmanes, tome nota de estos consejos

Tienda de lámparas tradicionales del Ramadán en El Cairo (Egipto) / KHALED ELFIQI EFE

Cadena SER05/06/2016 - 19:49 UTC

Madrid

Si sus benditas vacaciones coinciden con el mes sagrado para los musulmanes, no viaje a ninguno de estos países sin estar plenamente informado del seguimiento de esta tradición en su destino. Por ejemplo, es posible que algunos lugares turísticos, como monumentos y/o museos permanezca cerrados más tiempo del habitual.

TRADICIÓN

El Ramadán (رَمَضَان) se guía por el calendario lunar, por lo que no es una fiesta con fecha fija. Este año es del 6 de junio al 6 de julio, coincidiendo con el noveno mes del calendario musulmán, conocido internacionalmente por ser el mes en el que los musulmanes practican el ayuno diario desde el alba hasta que se pone el sol. El iftar (إفطار), se refiere a la comida nocturna con la que se rompe el ayuno. Se hace en grupo, generalmente en familia, y tiene lugar justo después de la puesta del sol o maghrib. Por costumbre, el primer alimento que se consume al romper el ayuno es un dátil. En ocasiones, los turistas acaban siendo invitados a celebrar el iftar con una familia musulmana, para unirse a la celebración. Si no fuera el caso, la mayoría de los restaurantes ofrecen menús especiales iftar durante el Ramadán. Normal 0 21 false false false ES X-NONE X-NONE /* Style Definitions */ table.MsoNormalTable {mso-style-name:"Tabla normal"; mso-tstyle-rowband-size:0; mso-tstyle-colband-size:0; mso-style-noshow:yes; mso-style-priority:99; mso-style-parent:""; mso-padding-alt:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; mso-para-margin-top:0cm; mso-para-margin-right:0cm; mso-para-margin-bottom:8.0pt; mso-para-margin-left:0cm; line-height:107%; mso-pagination:widow-orphan; font-size:11.0pt; font-family:"Calibri",sans-serif; mso-ascii-font-family:Calibri; mso-ascii-theme-font:minor-latin; mso-hansi-font-family:Calibri; mso-hansi-theme-font:minor-latin; mso-fareast-language:EN-US;}

¿Tengo que guardar ayuno?

Las guías turísticas califican el Ramadán como “una ocasión especial para vivir una experiencia espiritual”. Es una época de recogimiento, pero la mayoría de los musulmanes no esperan que los turistas compartan su ayuno. Claro que uno puede comer y beber en Ramadán, aunque se recomienda evitar hacerlo en público. Si hacemos lo mismo con el tabaco, tanto mejor.

¿Están los comercios abiertos?

En las zonas turísticas y ciudades más grandes se encuentran algunos restaurantes y tiendas de alimentación abiertos durante el día. En cambio, es posible que en pequeño poblados o en zonas rurales no encuentre un sitio para almorzar o un solo negocio abierto.

¿Y los museos?

En general, los horarios de los servicios pueden verse alterados: medios de transporte, bancos, comercios… La mayoría de las tiendas abren por la tarde-noche, incluso hasta medianoche. En cambio, es probable con los museos o sitios arqueológicos presenten un horario algo más reducido. Compruebe los horarios en las páginas web o en los puntos de información turística.

Preparativos del Ramadán en Indonesia / FULLY HANDOKO

¿Es igual en todos los países?

Las celebraciones del Ramadán varían según el país que visite, más allá de las habituales llamadas a la oración y los rezos en los patios de las mezquitas. En Indonesia, por ejemplo, el Ramadán sirve para rendir culto a los muertos. Las ofrendas de flores, el acondicionamiento de las tumbas y las plegarias en los cementerios forman parte del ritual.

¿Alguna curiosidad más?

Otra costumbre muy extendida es el aguinaldo. Durante este mes, es recomendable pagar una pequeña cantidad de dinero a quienes lo pidan. Y un detalle más: el ayuno influye en el estado de ánimo de los musulmanes. Como el Ramadán se prolonga durante semanas, es posible que al cabo de los días estén cansados o de malhumor y acaben discutiendo. Acaba formando parte de la tradición.