Por fin comienza la Eurocopa
España me sigue inspirando confianza y creo que esa derrota absurda e inesperada del martes en Getafe puede ser una vacuna para despistes y faltas de concentración

Madrid
Por fin hoy comienza la Eurocopa. Esta tarde aguantaré con estoicismo ese ballet de balones y la coreografía absurda que ponen siempre antes de los partidos y observaré atento como está la selección francesa que, para mí, es la favorita de este campeonato después de depurar los divismos y los intoxicándose que corrompieron su vestuario. Con ese equipo y el empuje de su público, que no tiene dudas sobre su himno y su bandera, Francia va a ser el rival a batir porque van a jugar todos los partidos en casa y con viento a favor. Tampoco creo que los arbitrajes les vayan a perjudicar demasiado.


¿Y los nuestros? Pues miren, España me sigue inspirando confianza y creo que esa derrota absurda e inesperada del martes en Getafe puede ser una vacuna para despistes y faltas de concentración. Pero es un campeonato en el que participan las 24 mejores selecciones de Europa, y cada vez están más igualadas todas y las diferencias las consiguen individualidades de cada selección, que pueden estar más o menos inspirados según qué días. No es fácil, pero soñar e ilusionarse sí. El fútbol es uno de los antidepresivos que mejor resultados nos ha venido dando estos últimos veranos.




