The Lumineers y el poder del éxito
La banda estadounidense triunfa en la primera cita de Las Noches del Botánico en un concierto intenso con todas las entradas vendidas
Madrid
Todos necesitamos una palmadita en la espalda de vez en cuando. Alguien que nos diga que vamos por el buen camino. Si esa palmada te la dan millones de personas, de chavales de todo el mundo, te sientes especial. Te lo crees. The Lumineers se encontraron con ese reconocimiento con su primer disco, cuando 'Ho Hey' se convirtió en un éxito en medio planeta. Empezar así hace que te lo creas, que el resto del camino resulte menos empinado.
En estos tiempos oscuros, la gente necesita reír, bailar, saltar y gritar. Y mirarse a los ojos. Y abrazarse. Las canciones que acompañaban a aquel primer éxito de la banda de Colorado tenían esa capacidad. Empezar una carrera musical de esta manera es el sueño de cualquier banda de folk. Pero tras ese aclamado debut, el grupo ha tardado cuatro años en volver a las tiendas, aunque la espera ha merecido la pena y -a pesar de la presión- la banda ha conseguido firmar un disco interesante, un álbum que no figurará entre lo más destacado de las revistas especializadas pero que bien sirve para vender varios millones de copias.
En plena resaca electoral, The Lumineers ofrecieron en Madrid un repaso por sus dos álbumes en la primera cita de Las Noches del Botánico, un oasis en el calor estival de la capital. Casi hora y media de canciones íntimas, positivas, enérgicas y 'buenrollistas' han confirmado a The Lumineers como una de las bandas del momento. Ante un público joven y con ganas de bailar, los estadounidenses arrancaron la noche tirando de éxitos radiofónicos como 'Sleep', 'Ophelia', 'Ho Hey' o 'Cleopatra', el temazo que presta su nombre al nuevo álbum de la banda. No han necesitado mucho más para meterse al público en el bolsillo antes de pedirles que se guardasen el móvil en el suyo y dar paso a baladas y medios tempos. A canciones como el homenaje a Bob Dylan, con unos versos de 'Subterranean Homesick Blues' totalmente ajenos a su público.
Tras descargar sus canciones más reconocidas en la primera parte del concierto, el grupo rebajó la tensión con los temas que acompañan a sus niños bonitos, composiciones que aunque también brillan no deslumbran con la misma intensidad que sus éxitos, canciones como 'Angela', 'Big parade' o 'My Eyes' que muestran que en este grupo hay vida más allá de los singles. El recuerdo al padre ausente de 'Long way from home' y la tierna 'Stubborn Love' pusieron el broche a una noche divertida e intensa que ha confirmado que con solo dos discos The Lumineers tiene cancionero para un gran viaje musical.