El Orgullo duplica cifras y recuerda a los que faltan
Los locales y alojamientos madrileños contratan temporalmente a más personal y aumentan las provisiones durante los días del Orgullo Gay; la fiesta se celebra en Madrid tres semanas después de la matanza en un club gay de Orlando, en Estados Unidos
Madrid
A unas pocas horas de que comience la fiesta del Orgullo Gay en Madrid, el sol cae a plomo sobre la plaza de Pedro Zerolo. Entre sudores, los operarios terminan de montar los escenarios y plataformas y los repartidores cargan con cajas de bocadillos y bebidas. Jimena lleva una tienda de alimentación americana, pero no ha sido comida precisamente lo que ha encargado. "La gente viene a otra cosa. Así que he pedido, sobre todo, cervezas, refrescos y agua". Todavía no ha podido colocarlo todo, y las cajas se amontonan junto a la puerta.
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Casi todos los locales hacen hueco en sus despensas durante estos días para guardar el doble de todo. Enfrente de la tienda de Jimena, Julián levanta la reja de su bar. "Hemos hecho ofertas de todo lo nuestro: jamón, bravas...". Y como le faltan manos, ha tenido que contratar a tres personas más temporalmente.
Los balcones de las calles aledañas están adornados con flores y banderas LGTB. La mayoría son hoteles y alojamientos alternativos que acogen a casi un 200% más de huéspedes durante los días grandes del Orgullo, según Friendly Hostels. En uno de ellos, Room Mate, encontramos a Carlo, un brasileño residente en Nueva York. Lleva tres años viniendo a Madrid a vivir el Orgullo: "Madrid desprende vida, la gente es abierta, agradable, se ven familias enteras celebrando el Orgullo...", opina.
El director del hotel, Gonzalo Ladrón, también ha contratado temporalmente a más personal y ha duplicado las ofertas. "Durante la gran noche, habrá un evento en la piscina de la azotea con actuaciones sorpresa", explica. Mientras habla, no dejan de llegar grupos de 10 personas cargados con maletas.
Algunos de ellos dejan atrás restricciones o tragedias que han ocurrido en sus países. Andrew es estadounidense y este sábado le tocará celebrar el Orgullo con el recuerdo reciente de la masacre de Orlando. "Aquí nunca hay ese tipo de problemas. La gente es más abierta". A su lado, Alí, de Turquía, organizó el viaje a contrarreloj después de que la policía prohibiese el Orgullo. "Las organizaciones están intentado saltarse la orden, pero, pase lo que pase, el ambiente no va a ser el ideal para quedarse allí mirando. Aquí estoy más seguro", concluye.