¿Los votantes somos gilipollas?
Juan Carlos Ortega ha escrito un artículo en el que levanta la voz contra la portada de El Jueves tras el 26J, con el titular “Sorpasso en gilipollez”. Cree que, en nombre del humor, se desprecia a millones de personas por lo que piensan

.

Madrid
Juan Carlos Ortega, que ha hecho del humor su vida, ha escrito un artículo en el que levanta la voz contra la portada de El Jueves tras el 26J, con el titular “Sorpasso en gilipollez”, semejante a la publicada tras el 20D: “Mayoría absoluta de gilipollas”. Cree que, en nombre del humor, se desprecia a millones de personas por lo que piensan. Pero no ha sido sólo El Jueves: las redes sociales y las conversaciones privadas se han llenado de diagnósticos semejantes. Y no sólo con las elecciones: los votantes favorables al Brexit, por ejemplo, también han tenido lo suyo.
Y no es lo peor. Lo peor es cuando profetas a posteriori, que también proliferan en la política, intentan estabular nuestro voto individual e interpretarlo globalmente: que si votamos por miedo o por inconsciencia, que si votamos populismo o corrupción, que si optamos por el voto útil o por tirarlo a la basura, que si no hemos entendido el mensaje de cambio o las virtudes de lo hecho en el pasado… En fin, lo de casi siempre. Una cortina de humo tejida a base de etiquetas para mitigar lo evidente: la incapacidad para asumir y gestionar lo votado, que ya sabemos que no siempre es fácil. Es lo que tiene la democracia.




