Cafè amb llet
En lo de Quimi Portet no hay una polémica política. Hay una polémica clasista
Cafè amb llet
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Madrid
Yo el café lo pido como el vodka martini, seco, agitado, no revuelto. ¿Te imaginas que lo pide así, en inglés, Quimi Portet? Al menos en vez de irse corriendo a Twitter si no le entienden podría llamar a Sean Connery.
El músico Quimi Portet pidió un cafè amb llet, un café con leche en catalán, a un camarero que no le entendió, y que le respondió con sorna que en muchos idiomas sí, pero que en catalán no. Portet le hizo una foto al camarero, la subió a Twitter y lo denunció ante la compañía. Hay que decir que el camarero, que es de mi tierra, se pasó de retranqueiro. También hay que decir que no había motivos políticos en no hablar catalán. Ni siquiera había motivos políticos en saber, como sabe, inglés o italiano. Esto es lo que ocurre con los emigrantes que trabajan fuera de casa: que llegan a los sitios y aprenden el idioma.
No hay una polémica política. Hay una polémica clasista. Hay un escándalo artificial montado por un señorito porque no se le ha atendido bien. Esto se inscribe en las frases totalitarias que hemos escuchado siempre los que alguna vez hemos estado detrás de una barra o de un mostrador: el cliente siempre tiene razón. Que no sólo es una frase que funda una gran mentira sino que además exige, empresa mediante, que el servicio baje el pescuezo. Aquí lo que ha ocurrido es que al señor Portet no le chulea nadie.
La empresa ha hecho eso tan pringoso de moverse en función de los tuits. Cuando la tormenta cayó sobre su camarero, la empresa lo machacó. Cuando cambió el sentido de los tuits y el machacado fue Quimi Portet, la empresa ya dijo que escucharía todas las partes, y que en principio no se tomarían medidas.
Twitter ha sido, para el señor Portet, un tribunal de justicia popular al que acudió para humillar a un camarero y salió retratado él.
Manuel Jabois
Es de Sanxenxo (Pontevedra) y aprendió el oficio de escribir en el periodismo local gracias a Diario...