El asesinato de Dominique Dunne
Nuestra “Crónica negra” de esta semana repasa uno de los casos de asesinato más celebres del Hollywood de los años 80.
Madrid
Dominique Dunne estaba predestinada a ser actriz. Su padre era escritor y productor de cine y su hermano Griffin Dunne el actor de películas como “Jo, qué noche” o “Un hombre lobo americano en Londres”. Por eso Dominique creció en un ambiente muy cinematográfico.
Sucedió una Noche (10/7/2016): El asesinato de Dominique Dunne
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Con 19 años comenzó su carrera de actriz participando en varios telefilmes y series de televisión. Pero la fama le llegó en 1982 con su primera película. Dominique daba vida a la hija adolescente de la familia acosada por los fenómenos extraños en “Poltergeist”, la famosa película de terror de los años 80. Tras el éxito de la película le llovieron las ofertas. Su carrera parecía ir viento en popa pero entonces la tragedia su cruzó en su camino.
En una fiesta privada conoció a John Sweeney, chef de un restaurante de lujo de Los Ángeles y se enamoró de él. Se hicieron novios pero su felicidad no duró mucho. Enseguida Dominique pudo comprobar la verdadera naturaleza de su pareja. Sweeney era un hombre violento y posesivo. Además, sentía celos del éxito de Dominique y quería que abandonase su carrera y a sus amigos para dedicarse por completo a él. De las discusiones y los gritos pronto pasó a las palizas. En una ocasión Dominique tenía que rodar un capítulo de la serie Canción triste de Hill Street en el que la actriz daba vida a una joven maltratada. Pues bien, los moratones y heridas que se ven en su rostro no eran cosa del maquillaje. Se los había hecho John Sweeney la noche antes del rodaje.
Por fin un día la actriz se armó de valor y decidió cortar la relación. Pero Sweeney no se resignó. A partir de entonces comenzaron las llamadas a todas horas, las amenazas, los llantos y lamentos. El 30 de octubre de 1982 Dominique había quedado con un amigo para ensayar unas escenas de la serie de televisión “V” en la que iba a participar en pocas semanas.
Mientras estaban ensayando llamaron a la puerta. Dominique salió a abrir y se encontró con su ex novio que venía a pedirle que volviera con él. La chica se negó y comenzaron a discutir. La discusión subió de tono y Sweeney, como solía hacer, enseguida pasó a las manos. Los dos rodaron por el suelo. Él la agarró por el cuello y empezó a apretar fuertemente hasta dejarla sin aire. En ese momento el actor David Packer, el amigo de Dominique que estaba dentro de la casa, salió al jardín y se encontró con Sweeney arrodillado a los pies de la chica. “Llama a la policía –le dijo– acabo de cometer un crimen horrible”. En realidad la joven no había muerto pero estaba en coma irreversible, provocado por la falta de oxígeno al cerebro que le había ocasionado el estrangulamiento. Dominique estuvo conectada cinco días a una máquina hasta que sus padres decidieron de acuerdo con los médicos desconectarla, ya que no había ninguna posibilidad de que recobrara la consciencia.
El juicio posterior fue un completo despropósito. El abogado de Sweeney se las arregló para anular el testimonio de la anterior novia de éste en el que explicaba su carácter violento y cruel. El juez no apreció premeditación y no le condenó por asesinato sino por homicidio involuntario fruto de un arrebato pasional. Le cayeron 6 años de los que solo pasaría en prisión dos y medio. Al salir de la cárcel Sweeney se cambió de nombre y volvió a conseguir trabajo como cocinero en otro restaurante de Los Ángeles. La madre de Dominique le localizó e hizo repartir unos pasquines en la puerta del local en los que se podía leer: “Las manos que preparan su comida son las mismas que estrangularon a Dominique Dunne”.
La muerte de Dominique Dunne fue una tragedia pero además hizo nacer una leyenda en torno a la saga “Poltergeist”, diversos hechos desgraciados que dieron pie a que se hablara de una maldición. Heather O’Rourke, la niña protagonista que era raptada por los espíritus de la televisión falleció inesperadamente pocos meses después de terminar la tercera parte de la saga. Una misteriosa enfermedad acabó con su vida. También murió Will Sampson, el actor indio de “Alguien voló sobre el nido del cuco” que en “Poltergeist II” interpretaba a un brujo. Sus amuletos no le ayudaron mucho ya que falleció por complicaciones en una operación nada más acabar la película. Otro que falleció fue Julian Beck, el inquietante reverendo Kane que también salía en la segunda parte, aunque en su caso ya se sabía que tenía cáncer y era éste el que le daba ese aspecto cadavérico en la película.
Con toda probabilidad no se trata más que de casualidades y la supuesta maldición de Poltergeist es solo una leyenda. Lo que no fue leyenda fue el asesinato de Dominique Dunne con tan solo 22 años de edad. Dominique fue enterrada en el cementerio Westwood de Los Ángeles donde también está enterrada Heather O’Rourke, la entrañable Carol Anne de “Poltergeist” y su hermana pequeña en la película.
Antonio Martínez
Lleva más de 30 años en la SER hablando de cine y de música. Primero en 'El cine de Lo que yo te diga',...