Poder defender lo indefendible

Madrid

Defender lo indefendible. O por lo menos sostener en público un argumento contrario al que uno tiene asumido. Es el objetivo de los participantes en la Copa Másters, cuya final se ha celebrado este viernes en el Congreso de los Diputados. Sobre la mesa de los ponentes, anotaciones, papeles sueltos y libros. Meses de preparación que así resumían los dos finalistas del debate individual: Alfredo Betancourt, de la Universidad Complutense y Lucia Aparicio, Universidad de Córdoba.

Antes de sus respectivos alegatos: intranquilidad. Nervios, pero serenidad para afrontar los diferentes turnos de alegato. Los turnos de principio y final también se eligen por sorteo, y cada parte tiene un tiempo limitado que no suele sobrepasar los cinco minutos. Para cada postura es básico preparar bien los pros y los contras, para construir mejor los argumentos a favor y minimizar el impacto de lo que pueda estar en tu contra. Lo mismo debes hacer con los argumentos del equipo contrario. Hay que investigar mucho para tener buenos contenidos con los que refutar los “ataques” de tu oponente. Cuantos más hechos y/o datos relevantes relacionados incluyas, más fuerte será tu exposición.

La ganadora del pasado certamen, Ana Fúnez, presidenta de la Fundación Debate Judicial, reconoce que estas batallas dialécticas son cada vez más atractivas entre los jóvenes. Tiene que ver, para ella, la llamada "nueva política". La oratoria, reconoce Fúnez, ha tenido un papel fundamental en el "final del bipartidismo". Fúnez también sostiene que todo es potencialmente defendible: y todo ello se puede aplicar al día a día.

Pero esta disputa retórica, en el plano político, en muchos casos, no conlleva el diálogo. Aunque, podamos debatir sobre ello.