A Ángela Merkel
Canciller de Alemania

Madrid
Señora canciller de Alemania, los golpes se acumulan sin apenas capacidad de asimilarlos. La pasada semana suman cuatro. La población quedaría aliviada si se establecieran con precisión las causas y los causantes, si se definiera el perímetro de la amenaza y se aclarara su procedencia. Pero mientras, persiste la incertidumbre y prende la mecha indigna de la xenofobia. Enseguida a su señoría la declararán culpable por haber abierto cautelosamente las puertas a los que huyen de las guerras. Los populistas exacerbados de los extremos harán su agosto.
Atentos.




