Negociaciones opacas

Madrid

Si la hay, la negociación secreta, opaca, casi clandestina, es una anomalía... nadie pide una transparencia absoluta y pueril , pero entre la negociación en streaming y la oscuridad total, hay un espacio que merecemos ocupar en el que los políticos cuentan a sus ciudadanos con quién hablan, sobre qué y qué precio se va a pagar.

Y si no la hay, si no hay negociación, esa actitud desmayada de un líder sentado en la esquina de este momento histórico esperando a que el tiempo y el miedo a unas terceras elecciones venza las resistencias de los demás, esa actitud también sería gravemente anómala.

Un segundo no de Mariano Rajoy al rey constituiría otra anomalía democrática. El candidato del PP, que tanto reclama para sí la legitimidad de las cifras y que tan insistentemente nos dice que él tiene ganas e interés en gobernar, no puede y no debe volver a dar la espantada aunque sea de forma transitoria. Este país tiene que salir del segundo bloqueo y no perpetuarlo. Y esta vez parece claro que no habrá alternativa posible, que sólo el PP, sólo Rajoy puede poner en marcha la cuenta atrás hacia un nuevo gobierno o hacia unas nuevas elecciones.

 Entre la negociación en streaming y la oscuridad total, hay un espacio que merecemos ocupar

El silencio del líder del segundo partido más votado es profundamente anómalo... resulta difícil de asumir que Pedro Sánchez no tenga nada que decir a sus votantes, nada que aportar a los españoles, ningún papel que jugar en público en este proceso.

Es tan anómalo como contradictorio ceder los votos para que la derecha controle el poder legislativo y luego negarlos con pose grandilocuente para que esa misma derecha mantenga el poder ejecutivo. Dispuestos a asumir la salpicadura pero no a lucir un gran lamparón.

Así que así estamos un mes después de que volviéramos a votar... porque fueron incapaces de saber qué hacer con nuestros votos... La política instalada en la anomalía... y la ciudadanía en el estupor... intentando que asume que si el votante se moja, el político se mancha...