Dar caña
Con los tertulianos y los políticos ocurre algo parecido: les piden que den caña a sus oponentes, que los pongan a caer de un burro

Madrid
Uno de los más sorprendentes desafíos que reciben los periodistas metidos a tertulianos es que les den caña a los políticos. No es común escuchar que pidan que informen, que contrasten, que digan lo que saben y que no especulen. Con los políticos ocurre algo parecido: sus bases les piden que den caña a sus oponentes, que los pongan a caer de un burro. Porque sí. Por eso me ha gustado tanto lo que dijo Ángel Gabilondo cuando le preguntaron por qué no le daba caña a su oponente Cristina Cifuentes. Él no concibe la política como el acto de dar caña, sino de ayudar con su crítica a que su oponente lo haga mejor. Y eso que ha dicho me ha gustado porque es también una lección para los tertulianos.




