Eduardo Zaplana, sobre la autoría del 11-M: “Siempre quedará la duda”
El exministro de Aznar ultima sus memorias políticas, que asegura que no van contra nadie
Entrevista a Eduardo Zaplana en 'Hoy por hoy'. / Pablo Palacios
Madrid
"No lo sé". Doce años y una sentencia después de los atentados del 11-M en Madrid, Eduardo Zaplana, portavoz del Gobierno de José María Aznar en 2004, mantiene que "quedará siempre la duda de si había alguien más" detrás del mayor ataque terrorista en la historia de Europa.
"Quién fue materialmente, quién los ejecutó sí que lo sabemos", concede el exministro, aunque mantiene la puerta abierta a que exista un "autor intelectual" desconocido.
Sobre la actuación del Ejecutivo del PP entre el 11 y el 14 de marzo de 2004, que cuestionó la autoría de la masacre a pesar de que la investigación apuntó desde el primer momento a la pista yihadista, Zaplana justifica en una entrevista en Hoy por hoy que "se hizo una gestión en muy pocas horas" y el Gobierno trasladó a la opinión pública la información que tenía y la que les hacían llegar las fuerzas de seguridad y los servicios de inteligencia. "Yo fui a una comisión de investigación que se celebró en el Congreso de los Diputados (...); estuvimos allí horas y horas debatiendo, preguntándonos... y no se pudo extraer ninguna conclusión negativa, en el sentido de que se hubiera engañado", explica.
Eduardo Zaplana ultima sus memorias políticas
Tras una dilatadísima carrera pública (en 17 años ha ha sido diputado en las Cortes valencianas, senador, diputado en el Congreso, alcalde de Benidorm, president de la Generalitat Valenciana, ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, ministro portavoz del Gobierno y portavoz del Grupo Popular en la Cámara Baja), Eduardo Zaplana ultima sus memorias políticas, un proyecto que empezó cuando en 2008 dejó la vida pública y que de momento no tiene título. Admite que ha esperado a que el Partido Popular no gobierne en Comunidad Valenciana para publicarlo y evitar así que pudiera parecer que buscara perjudicar a su propio partido y a Francisco Camps, con quien históricamente ha mantenido diferencias en el seno del PP valenciano.
El ahora adjunto al Secretario General de Telefónica, que admite que "algo de vanidad debe de haber" entre los motivos para escribir unas memorias, asegura que la obra "no es un libro que se meta con nadie, que quiera herir a nadie".
Satisfecho de su paso por la política, Eduardo Zaplana presume de balance: "En todos los sitios donde he estado he dejado las cosas mejor de lo que me las encontré". En concreto, recuerda que durante su etapa al frente de la cartera de Trabajo y Asuntos Sociales (2002-2004) la afiliación a la Seguridad Social creció en 600.000 personas y la tasa de paro se situó cerca del 11%. El exministro confiesa que le gustaría ser recordado especialmente por las leyes aprobadas en esa época en favor de los discapacitados.
Corrupción: "Distinguir lo grave de lo anecdótico"
Zaplana, president de la Generalitat Valenciana entre 1995 y 2002, pide "distinguir lo grave de lo anecdótico" al abordar los casos de corrupción porque "no es lo mismo el juicio a un político por alquilar un coche que por tener una cuenta en Suiza". Pide también establecer un límite de ocho años en los mandatos porque, según argumenta, "muchas de las cosas que pasan" tienen su origen en políticos que se eternizan en sus cargos públicos.
"Han pasado muchísimas cosas", ha reconocido Zaplana sobre los múltiples casos de corrupción destapados en la comunidad que presidió durante ocho años, y recomienda que el PP valenciano haga "política" ahora que ya no gobierna.
El portavoz del Gobierno de Aznar pide a los políticos actualmente en activo menos marketing, más sinceridad y que se miren en el espejo de la Transición, donde se llegó a acuerdos entre personas que tenían mayores diferencias ideológicas y personales que las de ahora. Eduardo Zaplana cree que Mariano Rajoy acabará siendo investido presidente del Gobierno.