“El trabajo para mí siempre es sanador”
El actor ha presentado la película 'Al final del túnel', que se estrena este viernes
Madrid
A partir del viernes podremos ver a Leonardo Sbaraglia en la piel de Joaquín, un hombre solitario en silla de ruedas que tras alquilar una habitación a una mujer y a su hija, su vida da un giro. En Hoy por hoy con Macarena Berlín hemos conocido los detalles de la película Al final del túnel.
Leonardo Sbaraglia interpreta a un hombre en silla de ruedas en 'Al final del túnel'
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Para encarnar a Joaquín, Sbaraglia se ha enfrentado a todo un desafío físico, ya que ha tenido que ponerse en la piel de una persona sin movilidad en el cuerpo y demostrar habilidad sobre su silla de ruedas. "Tuve la suerte de poder practicar bastante con la silla de ruedas y tomar clases con varias personas que tienen esa discapacidad", comentaba. El actor añadía que esta experiencia le ha servido para comprender la perspectiva de las personas que padecen esta situación.
Confesaba que es una de las películas que más esfuerzo físico le ha supuesto. "Es como una película de acción en silla de ruedas", admitía. "Es una historia soprendente y atractiva", explicaba. Una película que atrapa al espectador en su butaca a través de una historia que ofrece muchos giros y muestra un torrente de emociones que vive el protagonista que encarna el actor.
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Muchos la han querido comparar con Relatos Salvajes, pero Sbaraglia explica que ambas son muy diferentes. "Si tuviera que compararla con Relatos Salvajes, diría está tremendamente bien hecha y entretiene", reflexionaba buscando los puntos en común.
El actor concluía la entrevista con Macarena Berlín haciendo una reflexión sobre su carrera interpretativa. "Siento que aprendí bastante, pero lo que me queda por aprender es una locura", expresaba. Y describía que la profesión acaba siendo una necesidad para él: "El trabajo para mí siempre es sanador".
Finalizaba haciendo hincapié en la fusión que se forma entre el actor y el personaje: "La vida dialoga todo el tiempo con lo que uno hace. La dialéctica es absoluta porque lo que le ocurre a uno en el escenario dialoga con lo que le ocurre abajo y viceversa".