Ted Bundy

Madrid

Un psicópata natural. Así podríamos definir a Ted Bundy, el protagonista del caso real de nuestro programa #19, el primero de la segunda temporada, titulado La voz y que puedes escuchar aquí.

Para su familia y conocidos Bundy era el perfecto prototipo del triunfador americano: inteligente, seductor y con un encanto irresistible. Él se consideraba una persona normal. Más tarde, ya arrestado y sin escapatoria, confesó sentirse poseído por ‘algo terrible’. Ese ‘algo’ era indescifrable para los psiquiatras que lo trataron y hoy continúa siéndolo. La periodista y escritora Mónica González Álvarez, que estudió el perfil de Bundy en su libro Las caras del mal (Ediciones Luciérnaga, 2015), arroja luz sobre la personalidad de un asesino en serie que puso en jaque a la sociedad de su tiempo.

Nos encontramos ante un sujeto profundamente acomplejado que desarrolló un odio visceral hacia las mujeres y que arrastraba duras secuelas tras una infancia solitaria marcada por la violencia y las mentiras de su madre, hacia la cual desarrolló una profunda aversión de la que tampoco escaparon las parejas sentimentales con las que compartió parte de su vida. Bundy dependía de las mujeres y le atemorizaba que lo humillasen.

Un amor primerizo lo dejó profundamente marcado. Se trataba de una chica de buena familia, inteligente y atractiva llamada Stephanie Brooks. Ella era todo lo que él admiraba, pero le veía como a un chico melifluo sin un proyecto de vida. Tras dos años decidió poner fin a la relación. Pasado el tiempo tuvo otra novia, Meg Anders, pero nunca superó aquella ruptura. Durante un viaje a California en 1973 se reencontró con su antigua novia, que volvió a enamorarse de él. Bundy decidió vengarse poniendo punto y final a la historia. Tras darse esa satisfacción última, comenzó su periplo criminal al año siguiente.

Cometió su primer asesinato con 24 años, cuando acabó con la vida de la estudiante Joni Lenz, de 18. Fue la primera de 36 víctimas reconocidas, todas adolescentes o jóvenes, en general estudiantes de clase acomodada. Algunas investigaciones paralelas le atribuyen más de 100 asesinatos. Secuestraba a sus víctimas, las estrangulaba y sodomizaba los cuerpos, incluso pasados los días. Era extremadamente peligroso, sádico y necrófilo.

Aficionado a cambiar de aspecto, vivía cómodo bajo la máscara de hombre corriente. Era difícil sospechar; el depredador pasaba así desapercibido. Ver cómo las chicas caían inocentemente en su trampa le proporcionaba un gran placer. Con el paso del tiempo y conforme el cerco se estrechaba, comenzó a cometer errores. Las pistas esenciales consistieron en un retrato robot y el coche que utilizaba, el mismo en todos los secuestros.

Su familia se quedó en shock cuando lo arrestaron. Gracias a su formación y audacia, ejerció como su propio abogado durante el proceso para sorpresa de todos. Para él era una retorcida forma de agotar todas las posibilidades y revivir sus crímenes a través de los testimonios y las declaraciones de los testigos.

Ted Bundy se convirtió en un fenómeno de masas. Una estrella amada por hordas de fans que inundaban su celda de cartas de amor mientras era odiado y temido por la opinión pública. Fue condenado a muerte y ejecutado en la silla eléctrica el 24 de enero de 1989 con 41 años, tras numerosos retrasos que él mismo provocó apurando cada una de sus apelaciones y facilitando a las autoridades más información sobre sus actos para ganar tiempo. Fuera de los muros de la prisión estatal de Starke (Florida) la gente lo celebró con vítores.

No te pierdas este caso real guionizado por Sergi Moral y Mona León Siminiani. El reparto incluye las voces de Pedro Moreno, Leticia Ramos, Adriana Navarro, Rocío León y José María Rueda. Y contamos con la colaboración especial de Ana Alonso, Carlos Cala, Julio López y Primitivo Rojas.