Hoy por HoyPalmeras salvajes
Opinión
PALMERAS SALVAJES

Culto a la miseria

La Madre Teresa no trabajaba contra la pobreza porque vivía de ella y para ella: le entusiasmaba, encontraba belleza en ella y exigía de sus pobres mal atendidos la misma resignación de Cristo

Palmeras Salvajes: 'Culto a la miseria'

Palmeras Salvajes: 'Culto a la miseria'

02:21

Compartir

El código iframe se ha copiado en el portapapeles

<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/1473058656_566187/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>

Madrid

Yo de las canonizaciones no opino porque cada uno tiene derecho a hacer lo que quiera en su casa. De hecho, nosotros, los chicos de mi clase, hacíamos ouija, hablábamos con el más allá. Y aunque no teníamos la propaganda de la Iglesia Católica, nuestro método científico era más o menos el mismo.

Manuel Jabois en los estudios de la Ser

Manuel Jabois en los estudios de la Ser / CADENA SER

En el caso de la Madre Teresa se ha hecho especial hincapié no en los supuestos milagros, como es habitual en las canonizaciones, sino en lo que le dio fama y reconocimiento: su trabajo con los pobres. Trabajo con los pobres me parece la frase correcta, porque he leído en muchos sitios que trabajaba contra la pobreza. Y la Madre Teresa no trabajaba contra la pobreza porque vivía de ella y para ella: le entusiasmaba la pobreza, encontraba belleza en ella y exigía de sus pobres mal atendidos, penosamente atendidos sanitariamente, la misma resignación de Cristo. La gran razón para vivir de Teresa de Calcuta era el culto a la miseria. Tuvo enormes donaciones millonarias con las que pudo seguir extendiendo la pobreza. Decían los asesores de Gandhi: cuánto dinero nos ha costado mantener a Gandhi pobre. Aquí lo mismo, pero entre bautizos exprés y fundamentalismo.

Pasan estas cosas a veces. Que se canoniza a alguien y, al hacerlo, se le señala. Pasa que cuando te suben al cielo es imposible que no te vean. Teresa de Calcuta fue enormemente famosa. En la recogida del Nobel, con medio mundo escuchando, se le ocurrió decir que el mayor destructor de paz es el llanto del niño no nacido. Su lucha era contra el preservativo y contra todo aquello que podía sacar de la pobreza a alguien. Su influencia espiritual fue nociva, tóxica. Así que la Iglesia es libre para canonizarla, hacerla santa, ascenderla a dios, del mismo modo que no hay tarea más bella, como ella decía de los pobres que mueren con alegría, que destruir su reputación.

Manuel Jabois

Manuel Jabois

Es de Sanxenxo (Pontevedra) y aprendió el oficio de escribir en el periodismo local gracias a Diario...

 
  • Cadena SER

  •  
Programación
Cadena SER

Hoy por Hoy

Àngels Barceló

Comparte

Compartir desde el minuto: 00:00