Muere la protagonista del famoso beso de Times Square tras la II Guerra Mundial

Madrid

Ni ella era enfermera, ni conocía al marinero que la sostiene en brazos. Greta Zimmer Friedman y George Mendonsa son, sin embargo, una de las parejas más icónicas del siglo XX por un beso tan fortuito como espontáneo. Aquel que capturó el fotógrafo Alfred Eisenstaedtel para la revista Life el 14 de agosto de 1945 cuando acabó la II Guerra Mundial.

Friedman murió el pasado jueves, según han informado medios locales. Su hijo, Joshua Friedman declaró al diario neoyorquino Daily News que llevaba tiempo enferma y recientemente contrajo neumonía. Será enterrada junto a su difunto esposo en un cementerio de Virginia.

La protagonista del famoso beso tenía entonces 21 años y  era asistente dental. Austriaca de nacimiento, cruzó el charco a Estados Unidos con sus dos hermanas menores en 1938. El marinero Mendosa, ahora de 89 años, es un pescador retirado que vive en el estado de Rhode Island.

Aquel día  Mendonsa estaba con su cita en el cine cuando comenzó a correrse la noticia de la rendición de Japón. Todo el mundo salió a la calle a celebrarlo, y él lo hizo de una forma que ha pasado a la historia como un icono de libertad y romanticismo. Según recordó Friedman, el beso fue fortuito, y fue el marinero el que la sorprendió cuando caminaba por Times Square, en un gesto que duró pocos segundos pero que logró captar Eisenstaedt para inmortalizar el momento.

No fue fácil dar con los protagonistas de la célebre fotografía: durante años se ha creído que la identidad de ella era la de Edith Shain. Shain murió en 2010 a los 91 años haciendo creer al mundo que era ella la enfermera del eufórico beso. Él también tuvo sus farsantes, el más famoso fue Glenn Edward McDuffie, que murió en 2014, a los 86 años, dejando páginas de tinta identificándolo con el famoso marinero.

No fue hasta 2012 cuando un libro dio los datos suficientes para probar que los verdaderos protagonistas de la fotografía de Eisenstaedtel eran Friedman y Mendosa. Todo ello no hace más que acrecentar la leyeda de 'V-J Day in Times Square'. Un beso perenne.