Venecia se hace un lío
Un palmarés irregular y discutido
Venecia
La Mostra de Venecia quiere estar en misa y repicando. Necesita premiar al cine de autor y no ser irrelevante para Hollywood. Y lo ha conseguido. Pero a costa de confeccionar un palmarés que no quiere dejar nada fuera, pero incluye engendros que ayer fueron abucheados con razón: The Bad Bath, una insoportable distopía caníbal de la directora – premio del jurado- de la directora Ana Lily Amirpour y la morbosa Nocturnal Animals, violento y hueco ejercicio que le ha proporcionado al exquisito Tom Ford el segundo galardón – Gran Premio del Jurado- por esta incursión en la mediocridad de las élites.
A la monumental Jackie del chileno Pablo Larraín, interpretada por Natalie Portman, la han ventilado con el premio a mejor guion, cuando en realidad es la dirección y la actriz las que piden premio a gritos.
El cine de autor ha ganado merecidamente el León de Oro. El director filipino Lav Díaz, culmina con The Woman who Left su ascensión a los altares por esta poética historia en blanco y negro y de cuatro horas que narra una venganza servida tras 30 años de espera. Es una película contemplativa y bellísima que busca espectadores entregados.
<h2>El actor debuta en la dirección con 'Tarde para la ira', un thriller sucio de barrio con Antonio de la Torre y Luis Callejo que se ha presentado en el Festival de Cine de Venecia</h2>
Impecables los premios a los intérpretes. La Copa Volpi a mejor actriz a Emma Stone, por su papel de enamorada con voz de cazalla en el musical La La Land, que todo el mundo daba por premio perdido, teniendo en cuenta de que puede optar y ganar el Oscar. La Copa Volpi a mejor actor para el monumental actor argentino Óscar Martínez se veía venir desde que se proyectó El Ciudadano Ilustre – ácida e inteligente reflexión sobre el chauvismo y la apropiación de los famosos-, coproducción hispano argentina de los directores Gastón Duprat y Mariano Cohn.
También ha sido justo el premio en la sección paralela Horizontes para Ruth Díaz como mejor actriz por Tarde para la Ira, en la contrarresta la testosterona de los personajes masculina y llena de matices a una mujer que busca una nueva oportunidad.
¿Sirven para algo los festivales? Pues sí, en este caso para que descubramos a nuestros propios artistas, gracias a la mirada ajena.
Termina así, una edición interesante con un palmarés irregular y discutido, pero que enfoca al cine latino, premia a los autores más arriesgados sin olvidarse de Hollywood, aunque el jurado se ha hecho un lío.