El joven con leucemia que busca un millón de donantes, sale del hospital

Barcelona

Hoy es día muy importante para Pablo Ráez. Este joven marbellí de 20 años será dado de alta este mediodía del Hospital Universitario Carlos Haya de Málaga en el que se encuentra ingresado desde hace un par de meses y desde donde lucha para superar la leucemia. Y a su lucha personal, Pablo ha sumado otra colectiva: la de conseguir que en España haya 1 millón de donantes de médula. El llamamiento lo llevó a cabo en agosto a través de las redes sociales y desde entonces muchos se han sumado donando o apoyando la causa. Esta mañana en Hoy por hoy con Gemma Nierga, Pablo Ráez ha mostrado su alegría por abandonar el hospital y ha querido insistir en ese llamamiento para que los españoles donen médula ósea.

“Tengo ganas de salir 'pitando' del hospital. Llegar a casa hoy es un sueño. Lo que tengo más ganas de hacer es echarme en el sofá”. Es todo lo que desea Pablo, que lleva ingresado desde el pasado 19 de Julio. Dos meses en los que ha recibido tratamiento contra la leucemia que padece y que le ha hecho perder mucho peso y parte de la visión de forma temporal. Ahora Pablo tendrá que esperar en casa un nuevo donante de médula (ya recibió un primer trasplante de su padre pero resultó fallido), y desde allí seguirá también con su reto: conseguir un millón de donantes de médula en España: “Si somos en España 46 millones, que menos que un millón”

La batalla emprendida por Pablo le está sirviendo además para recoger fuerzas de cara a su lucha contra la enfermedad: “Es un aliciente, motiva, si veo que no hay respuestas sería decepcionante, pero está siendo lo contrario”. Sin embargo, el malagueño cree que hay mucha desinformación sobre el tema: “la gente se cree que va a donar y va a ser para mí, quiero hacerles ver que si donan es por todos los que lo van a necesitar” Ahora Pablo seguirá con su reto desde casa desde donde esperará en un nuevo donante de médula (ya recibió un primer trasplante de su padre pero resultó fallido). Eso sí, primero quiere descansar. “Por mi qué pase por lo menos un mes” finaliza con humor.