Violento, como la vida misma
Hay quien dice que Bacon es pura carnicería, casi despojos humanos cuyos gritos silenciosos taladran los ojos. Para comprobarlo hay que ir a Bilbao
Madrid
Los biógrafos del pintor irlandés Francis Bacon (no confundir con el inglés Francis Bacon, primer barón Verulam, vizconde de Saint Albans y canciller que fue de Inglaterra) aseguran que la bebida y el juego son tan importantes para entender su obra como el sexo. Para entender su obra y su vida. Una junto a la otra.
Para Bacon, el pintor, la vida era mucho más violenta que su pintura por violenta que pudiera parecer sus lienzos en los que siempre: el hombre frente a su espejo, la figuración desfigurada. Y Velázquez al fondo. Y también Zurbarán, el Greco y Goya. Y Picasso, también Picasso. Todos ellos dejaron huella en él, como Bacon (el pintor) la ha dejado en otros. Por ejemplo, David Hockney.
Ahora en el Guggeheim, Francis Bacon: De Picasso a Velázquez. Puro dolor. Pura exploración de la carne humana. ¡Porque cuerpos somos!
Javier Torres
Redactor de Política, trabaja en el Congreso y hace seguimiento de Vox. Anteriormente formó parte de...