Una serie de catastróficas desdichas
Madrid
Lo paradójico es que este año Haití se estaba muriendo de sed. No hace ni medio año, la fuerte sequía –agravada por el fenómeno de El Niño- estaba esquilmando 7 de cada 10 cultivos. Los agricultores lamentaban la pérdida de la cuarta cosecha consecutiva, una situación que estaba aumentando los precios de manera insostenible para la población. Esta carestía estaba provocando la mayor crisis alimentaria del país en 15 años. Esta semana, lo que no arrasó el vendaval lo anegó la tormenta.
- HAITÍ
Antes del terremoto de 2010, Haití ya era el país más pobre del continente americano. Ya por aquel entonces, el 65% de la población vivía por debajo del umbral de la pobreza. Entonces, la esperanza de vida no superaba los 50 años. El paro era galopante, cerca de un 80%, y el acceso a la sanidad era prácticamente inexistente. El 47% de los haitianos sufría de desnutrición crónica. De los que sobrevivían, un 60% moría de VIH-SIDA, siendo la tasa más alta en el Caribe.
Seis años después del terremoto, hasta esta semana, justo antes del huracán, Haití seguía siendo el país con mayor desigualdad de ingresos en el continente, y uno de los países más desiguales del mundo. El 20% más rico de los hogares poseía el 64% de los ingresos totales en el país y el 20% más pobre tenía sólo el 1%. Además, existía una creciente brecha entre Puerto Príncipe y el resto del país. Más del 80% de quienes padecían pobreza extrema vivían en las zonas rurales -con un dólar o menos al día-. La actuación de las ONGs había conseguido que más de 200.000 personas hubieran salido de la pobreza.
Antes de 'Matthew', 3,6 millones de haitianos —un tercio de la población total del país— vivían en situación de inseguridad alimentaria, o lo que es lo mismo, no podían acceder a alimentos suficientes para cubrir sus necesidades. Junto a estos, millón y medio de personas ya estaban pasando hambre y estaban al borde de la desnutrición.
Para Naciones Unidas, esta es la peor crisis alimentaria que sufre Haití desde el año 2001, por ello acaba de lanzar un llamamiento solicitando 73,5 millones de euros para ayudar a combatir esta desnutrición aguda. Actualmente, el Programa Mundial de Alimentos reparte raciones de comida a 500.000 niños haitianos al año. Ellos son siempre los más vulnerables, alrededor de un 5% de los menores de cinco años está desnutrido.
Es la radiografía de un país que aún no había conseguido superar las secuelas del terremoto. Al menos 60.000 personas estaban viviendo en campos de desplazados. Otra batalla perdida que ahora se puede recrudecer es la lucha contra el cólera. Desde 2010 ha causado la muerte de 9.300 personas y ha afectado a 790.000 personas. Sólo el año pasado murieron 322 personas.
Fuentes: Organización Mundial de la Salud, Programa Mundial de Alimentos y Banco Mundial