¿Puede caer más bajo Donald Trump?

Madrid

Creíamos que Trump no podía caer más bajo tras escuchar sus afirmaciones xenófobas, islamófobas y misóginas, tras vanagloriarse de no pagar impuestos y reírse de los héroes de guerra del país que aspira a presidir e insinuar nebulosamente que tampoco estaría mal matar a su rival. Pero sí. El candidato republicano dio esta madrugada un paso más al no comprometerse a acatar los resultados del 8 de noviembre. Algo que no había sucedido jamás.

Todo en este candidato es tan chusco que la caricatura ensombrece una realidad, por remota que sea, y esa es que puede llegar a gobernar la primera potencia de la Tierra. Ya es preocupante que haya llegado hasta donde ha llegado pero nos cuesta imaginar cómo podría actuar en el mundo con su perfil y con los superpoderes presidenciales. Sólo cabe desear que los estadounidenses hagan de la necesidad virtud y le otorguen una derrota tan contundente que no pueda apelar ni harto de whisky. Y que se vacunen contra candidatos estrafalarios para el futuro. Aunque también lo pensamos con el Tea Party de Sarah Palin, candidata a la vicepresidencia frente a Obama y, en la distancia, una ursulina si la comparamos con Trump.