La “Rasputina” coreana
La supuesta corrupción en las más altas esferas del estado sacude a Corea del Sur. La presidenta Park cuestionada por una oscura amistad
Madrid
La supuesta corrupción en las más altas esferas del estado sacude a Corea del Sur. Las calles de Seúl han conocido este fin de semana una multitudinaria manifestación en la que se reclamaba la dimisión de la presidenta Park, quien el viernes compareció ante el país en la televisión para pedir perdón con lágrimas en los ojos. El motivo, la detención, unos días antes, de su amiga íntima: Choi Soon-sil, conocida como "la Rasputina".
Su próximidad con Park le permitía conocer algunos secretos de Estado, corregir los discursos presidenciales y, sobre todo, tener información privilegiada para influir en las mayores multinacionales del país de que hicieran "donaciones" a dos fundaciones que ella dirigía y que le habrían supuesto unos ingresos de 63 millones de euros. No obstante, el apodo de "Rasputina" se debe a que Choi pertenece a un oscuro culto religioso con el que ejerce un embrujo sobre Park, hija de un dictador que murió de manera violenta.