Rojo a Josep Borrell

Madrid

Rojo, a Josep Borrell, que se ha dejado engañar por un chiringuito financiero extranjero pudiéndose ser estafado por un banco español. Más patriotismo, amigo.

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Ámbar, a Antonio Hernando, el político reversible que ofrece estampados diferentes por cada una de sus caras. Su capacidad para ponerse las ideas del derecho o del revés, según llueva o haga sol, nos provoca una fascinación adictiva de la que, al mismo tiempo, nos avergonzamos.

Verde, al más allá que como gracias a Dios no existe, tampoco permitirá a Rosa, la octogenaria fallecida en Reus, asistir a la mezquina batalla entre el que fue su ayuntamiento y Gas Natural por quitarse a la muerta de encima. Salomón dividiría el cadáver y le daría la mitad a cada contendiente.