¿Libre mercado o estafa?
Resulta raro que nadie controle algo tan fácil de controlar y que ninguno de los afectados se queje del latrocinio montado
Madrid
En menos de dos horas, el cantante estadounidense Bruno Mars ha agotado las 33.000 entradas para sus dos conciertos en España que ha puesto a la venta en internet a través de Ticketmaster. Bueno, se han agotado al precio oficial porque en otras páginas, incluso en una llamada Seatwave que pertenece al mismo grupo empresarial que Ticketmaster, se pueden encontrar localidades que, como poco, triplican el precio oficial.
La polémica de Isaías Lafuente (21/11/2016) - ¿Libre mercado o estafa?
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La historia se repite. Sean toros, fútbol o música, los grandes eventos propician situaciones como esta en las que, en nombre del libre mercado y esas milongas, se trastoca la oferta, se encarece la demanda, se frustra a los verdaderos seguidores del artista y se le sisa al propio artista ese beneficio prefabricado que acaba en los bolsillos de los intermediarios. Y como resulta raro que nadie controle algo tan fácil de controlar y que ninguno de los afectados se queje del latrocinio montado a su costa, entenderán que la imaginación se nos dispare al mismo ritmo al que se dispara la reventa: hasta el infinito.