Respeto en las despedidas
Merece aplauso la decisión del alcalde de Valencia de dedicarle una despedida a Rita Barberá como merece la persona que fue su antecesora
Madrid
Durante los años de la movida cultural Valencia dio días de gloria a este país por la extraordinaria vitalidad de sus noches y de sus días radiantes, aquella hermosa invención del IVAM de Carmen Alborch. Luego vinieron sombras que hicieron que Valencia pareciera una materia oscura, bajo sospecha. Ahora ha muerto Rita Barberá, alcaldesa que ocupa gran parte de esa última historia. Pero merece respeto en su despedida, aparte de la consideración histórica que desate. Por esto, por el respeto, merece aplauso la decisión del alcalde, su adversario, de dedicarle una despedida como merece la persona que ha muerto y que fue su antecesora. Esa es la Valencia tolerante que resiste a las sombras de su historia.
