Vayan pensando los socialistas en nuevas opciones

Madrid

Seamos educados y digamos que el PSOE –vean horrorizados los datos del ObSERvatorio- tiene ante sus electores un gravísimo problema de muy difícil solución. Imaginen ustedes cómo podríamos haber dicho lo mismo pero por la tremenda. Miedo da aproximarse a ello.

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Dar vueltas en torno a si el mayor drama en estos momentos es un problema de credibilidad o de liderazgo resulta bastante inane, porque lo obvio, lo evidente, lo más llamativo, es que estamos ante un pollo sin cabeza. Y nadie, nadie, quiere ser gobernado por semejante engendro.

¿Esperar? Ellos sabrán, pero corren el peligro de que el PP convoque elecciones y les pille, dicho en castizo, de atrás p’alante.

¿Opciones? Atendamos al regreso de Pedro Sánchez, por ahora más bien modesto y con la dificultad añadida de haber sido uno de los duelistas a machetazos. Mismo problema lo tiene Susana Díaz, que muchos militantes adivinaron la navaja que escondía en la manga.

A ninguno de los dos les va a ser fácil superar la negrísima imagen de aquellos días de guerra cruenta y escopetas de cañones recortados, que al final rompieron en dos a los socialistas. Cargan, además, con otras piedras en la mochila, que ya iremos desgranando en este Ojo.

Por lo pronto, una opción inteligente para los militantes del partido sería que fueran explorando otras alternativas, más allá del dueto. Por si acaso.