La noche en que una becaria encontró a Emiliano Revilla
Los periodistas María José Sáez y Jesús Álvarez relatan, como testigos, la noche en la que la banda terrorista ETA liberó al empresario
Los periodistas María José Sáez y Javier Álvarez en 'La hora negra' de 'Hoy por hoy'. / Fermín Agustí
Madrid
Hace 28 años la sociedad española vivió uno de los secuestros en manos de ETA más sobrecogedores de su recuerdo. El empresario Emiliano Revilla había sido retenido por la banda terrorista durante 249 días y la esperanza de que fuese liberado se iba apagando lentamente con el transcurso de los días. Sin embargo, la noche del 30 de octubre de 1988 la periodista María José Sáez, entonces becaria de EFE, estuvo haciendo guardia junto a su portal cuando apareció. En La hora negra con Mayka Navarro recordamos este momento con ella y el periodista y yerno del empresario, Jesús Álvarez que se encontraba en su domicilio.
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
La hora negra con Mayka Navarro (30/11/2016) - La liberación de Emiliano Revilla
Este viernes llega a la gran pantalla 249. La noche en que una becaria encontró a Emiliano Revilla, que recoge esta historia de liberación desde el punto de vista de los periodistas. Aquella noche, ellos fueron las primeras personas con las que Emiliano Revilla entró en contacto tras su liberación. Sáez, tras asegurarse de que se trataba de él, le convenció para que llamase por teléfono a su casa y quien estuvo tras el teléfono fue su yerno, Jesús Álvarez, quien también se emociona al recordar el momento. Han pasado 28 años desde ese momento y Sáez lo recuerda como "una intensidad de emociones cada vez que lo volvemos a escuchar". "Fue la noticia de mi vida", añadía.
María José Saéz y Jesús Álvarez relatan la noche en la que ETA liberó al empresario Emiliano Revilla en 'La hora negra'. / A.T.
María José Saéz y Jesús Álvarez relatan la noche en la que ETA liberó al empresario Emiliano Revilla en 'La hora negra'. / A.T.
Aquel julio, cuando Sáez comenzó a realizar sus prácticas en EFE en la sección de sucesos, recordaba cómo los periodistas había iniciado una "psicosis de guardias" ante la casa de Revilla. "Se dio la circunstancia de que yo decidí pasarme por su portal para ver si había algo, aquel preciso día" y "Fue mi corazón el primero que me avisó cuando estaba por llegar", explicaba la periodista. Fue entonces cuando de lejos comenzó a verle. Allí estaba el empresario, caminando, mientras sujetaba unas bolsas, tranquilo. Miraba a su alrededor y esperaba a que el semáforo se pusiera en verde para cruzar la calle hacia la periodista, hacia su casa. Sin embargo, Revilla no podía subir a su domicilio pasadas dos horas y media, según había acordado con la banda terrorista.
Ella le convenció para que llamase a casa desde una cabina telefónica, ya que debía respetar el tiempo que ETA había impuesto y la policía se encontraba dentro del portal. Quien descolgó el teléfono fue su yerno, Javier Álvarez, que estaba viendo una película en TVE. Ella le dio instrucciones para que bajase inmediatamente. "Estaba extrañado, pero tampoco mucho", decía Álvarez, porque estaban "acostumbrados a bajar con ellos y charlar con los compañeros", añadía. Cuando la vio junto a un hombre pensó que se trataba de 'Josecho el loco', de la CIA. "Me costó conocer a mi yerno porque había perdido 15 kilos". "Fue el abrazo más intenso que di en mi vida", expresaba.
