En algún lugar del universo está escrito que Usain Bolt nació para ganar y que lo hizo con varias generaciones de adelanto sobre el horario previsto. Este asesino del cronómetro es la mejor campaña de márketing en la historia del atletismo. Nos regala un año más, donde cada carrera (habrá pocas) será una despedida. Le conocí en el Mundial de Osaka en 2007. Y desde entonces he visto y narrado todas sus grandes hazañas en medio mundo. En Osaka fue segundo tras Tyson Gay en 200 m. Es igual. Ya entonces dije que el bueno, el de un talento sin límites, no era el ganador sino el que había quedado por detrás. Usain Bolt me recibe en Montecarlo relajado, amable, divertido, con ganas de ir haciendo balance de su vida deportiva. Reconoce que ya no habrá más récords. Pero quiere seguir disfrutando y que la gente sea feliz con él. Tras una multitudinaria rueda de prensa, nos concede una de las únicas 5 entrevistas personales internacionales (prensa, radio o televisión) a las que accede. Sus cifras más conocidas (los 9 títulos olímpicos y 11 mundiales, así como sus récords), se completan con datos biomecánicos o antropométricos impresionantes. Parece mentira que alguien con una dismetría de más de 3 cm y una escoliosis tan acusada pueda correr tanto. Por cada hora de entrenamiento, otra de recuperación. Solo él es capaz de correr los 100 m en 40 zancadas (en las finales añade una más), siendo la última de 3 metros de longitud. La clave de su éxito está en que es el velocista que mantiene más metros la velocidad máxima, más del doble que sus rivales. Y además este pico de velocidad llega a casi 45 km/h., lo que ningún otro ser humano ha alcanzado jamás. Y también, desde antes del décimo apoyo ya tiene tiempos de contacto de menos de 100 milisegundos, y en ese brevísimo tiempo ejerce una fuerza reactiva que nadie es capaz de producir como él. A mi juicio, solo encuentro un pequeño error técnico, en el segundo apoyo de carrera, tras la salida, cuando arrastra el pie izquierdo. Sobre eso estuvimos discutiendo en Montecarlo. ¡Qué privilegio poder hacerlo! Sin Usain Bolt en las pistas, el atletismo será diferente. Se irá alguien que es mucho más que el mejor atleta de la historia. Por lo tanto, en estos meses finales de su trayectoria deportiva bebamos las emociones gota a gota, fotografiemos en nuestro corazón cada una de sus zancadas, cada apoyo, cada latido, cada victoria.