Duelo
Me han dicho que este dolor pasará

Historias a media mañana con Espido Freire (5/12/2016) - Duelo
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Madrid
Me recomendaron que leyera alguna historia interesante, que me distrajera con algo absorbente durante al menos una hora al día. No me concentro; mis ojos leen una y otra vez la misma frase, y los pensamientos se escapan, libres, y siempre en la misma dirección. Me han dicho que este dolor pasará. Que se amortiguará poco a poco, con un esfuerzo casi físico, como si mi cabeza estuviera aprendiendo un movimiento nuevo, y al principio, se resistiera.
Quiero creerles, obedezco con una disciplina insólita en mí a todas las indicaciones. Me levanto a la misma hora, me tomo las pastillas. Me ocupo de mi aseo, del de la casa. Si acuden recuerdos o pensamientos poco deseables a mi cabeza tarareo, canto a gritos, sacudo los almohadones. Luego me siento. Intento leer. No puedo.
No me creo la única, no me siento especial. Me duele tanto el pecho que no hay espacio para nada más que ese dolor. Miro el mundo por la ventana, incluso cuando no hay ventanas. Se ha interpuesto una distancia entre la realidad y mi vida que no sé cómo salvar. No sé si quiero regresar de nuevo a esa cotidianeidad que antes ni siquiera me cuestionaba. Nunca volveré a ser la de antes, no hay nada que olvidar, ni que superar. Lo que ocurrió es lo único que existe, lo único que ocurrirá existiendo mientras yo viva.
Pero pese a esa certeza, obedezco, claro, intento leer, intento hacer punto de cruz, lo pruebo todo. Hay que ocupar las horas, ya que no la cabeza. Eso me han dicho.




