Público exigente, aunque bajito

Madrid

Por cuestiones metodológicas ante las que es imposible callar, estas ideas a vuelapluma. Teatro infantil. ¿Infantil? ¿Hay acaso teatro adulto? Teatro adulto no, pero ¿si teatro infantil?

Más tópicos. Los niños y las niñas son el público del futuro. ¿Del futuro? Las entradas las están pagando hoy, no en el futuro. ¿Acaso quienes se dedican a las artes escénicas para público familiar e infantil son los actores del mañana? ¿Las bailarinas del futuro?

Y una ristra de preguntas. ¿Por qué las entradas cuestan menos que las de una pelí de Walt Disney? ¿Acaso artistas y trabajadores de las compañías tienen privilegios que desconocemos? ¿Comen más barato? ¿Duermen más barato? ¿Visten por menos dinero? Acaso sus bancos les ofrecen hipotecas más baratas? ¿Por qué se puede insultar la inteligencia de los espectadores más jóvenes y ofrecer historias ñoñas, presuntamente educativas, mal vestidas, peor iluminadas, chillonas y desfasadas?

Hay decenas de compañías serias, rigurosas en la cartelera de estos días. Sólo que siempre hay que dedicar un poco de tiempo y usar la inteligencia para no caer en la trampa.