Mujeres pecadoras
Ahora que es el momento de objetivos y buenos propósitos, no estaría mal que en la lista incluyéramos –sobre todo los hombres- algún esfuerzo que contribuya a dignificar la vida de las mujeres

Madrid
Ahora que el nuevo año justo acaba de arrancar, ahora que es el momento de objetivos y buenos propósitos, no estaría mal que en la lista incluyéramos –sobre todo los hombres, básicamente los hombres- algún esfuerzo, algún gesto, alguna aportación –por modesta que pueda parecer- que contribuya a dignificar la vida de las mujeres.
Me refiero a todo: desde combatir la deleznable violencia machista hasta trabajar por la igualdad salarial, pasando por la beligerancia absoluta con esos pequeños episodios del día a día que van agrandando la brecha; ya sea un chiste supuestamente gracioso o directamente faltas de respeto, ofensas y vejaciones. Igual que cada año renovamos votos colectivos para, yo qué sé, combatir el terrorismo, disminuir los accidentes de tráfico o reducir la precariedad laboral, creo que nuestra generación sigue obligada a mantener este compromiso. Y por eso hay que dar la bienvenida a cualquier iniciativa que apunte en esa dirección.


Hoy en La Ventana vamos a desgranar el perfil de 17 mujeres que decidieron nadar a contracorriente y consiguieron –han conseguido- que se hable de ellas. Aparecen en un libro titulado precisamente así: Hablarán de nosotras, de la periodista y escritora Sandra Barneda. No imaginen un ránking de popularidad porque eso es muy subjetivo, pero sí una galería de personajes singulares: desde Cleopatra a Madonna, desde María Antonieta a Marilyn Monroe, pasando por Frida Kahlo, Ana Bolena o Hillary Clinton. A todas ellas las define su autora como “pecadoras virtuosas”, una definición que tiene algo de guasa pero mucho de verdad porque la historia –efectivamente- ha asociado a la mujer con el pecado.
Lo que no sabían quienes escribieron esa historia –hombres en su gran mayoría- es que la vida sin pecados es un tostón, un muermo. Y a estas 17 mujeres se las puede llamar cualquier cosa, menos aburridas.




