La vida y los versos
Reflexión sobre la poesía y nuestro frenético día a día

Madrid
Con tanta insistencia la vida nos obliga a despedirnos que el verso que más tengo en la cabeza, de todos los que he leído en mi vida, es ese de Pablo Neruda, el destino del hombre es amar y despedirse. Tengo otro, de Federico García Lorca, sobre la extrañeza de ser uno mismo, e incluso de existir. A esta hora de la tarde qué raro que me llame Federico. Estamos en la sociedad de la rapidez y la eficacia, de la prepotencia, de la cursilería pedante y el desprecio a los otros, porque tenemos razón o somos mejores. Y con la frecuencia con que la marca la vida no debemos abandonar la convicción de Neruda, el destino del hombre es amar y despedirse.




