La voz de Donald Trump denota narcisismo

Madrid

Cuando un político da un discurso o debate contra un oponente, no sólo importa lo que dice, sino cómo lo dice.  Donald Trump ya ha jurado su cargo como 45 presidente de EEUU, y para la Doctora en Lingüística aplicada y experta en Foniatría Carolina Pérez, su estilo de hablar muestra que el magnate no es un buen líder: le falta benevolencia.

"En una sola línea podría decir que es la voz de un niño mimado, pero ya es un hombre adulto", dice experta, por lo que la de Trump es "la voz de alguien narcisista". Cuando el ya presidente de Estados Unidos habla, muestra dos registros: "o bien tiene un carácter tristón, con la voz rota, ronca, grave, aburrida; o bien se le oye una voz tensa y apretada". Exactamente lo mismo que hacen los niños cuando hacen una rabieta.

Según la lingüista, de las tres características del liderazgo (conexión con lo votantes, integridad para con esos votantes y benevolencia), el presidente solo posee las dos primeras. "La parte de benevolencia es esa característica que tienen los verdaderos grandes líderes de poner los objetivos de los demás por encima de los suyos propios", como por ejemplo Martin Luther King. "Cuando Trump nos habla oímos que lo único que le importa es quedar bien él: que parezca presidencial o gracioso".