El muro de la vergüenza

Madrid

Nueva tanda de decretos de Donald Trump.  Hoy tocaba la seguridad, hoy tocaba el muro en la frontera con México. El presidente estadounidense ya ha ordenado su construcción, se va a levantar el gran muro como él lo llama. Otra muro para la vergüenza. No es la única medida de hoy.  Anuncia también la suspensión de los programas parea refugiados y prohibir la entrada de inmigrantes que provengan de países conflictivos.

Así pues, Trump ordena que se contruya un muro físico, pero ordena también la construcción de otros muros que sin tener piedras ni alambres hacen la misma función. Impedir la entrada de aquellos a los que Trump no considera dignos de refugiarse o vivir en su país, un país de blancos, y si son hombres mejor.

Otra promesa cumplida de Trump y cuidado con los que se escandalicen, no todos tienen derecho a hacerlo. Antes de mirar hacia Estados Unidos, hacia esa frontera con México que miren más cerca. Aquí, en España, la frontera sur, esa valla, porque también aquí se ordenó un día la construcción de una valla, esa valla de hierro y concertinas. O en Europa las vallas levantadas, a veces físicas y a veces no, para impedir la entrada de los refugiados que se mueren de frio en sus fronteras. O el muro que se levanta en Gaza y que mantiene encarceladas al aire libre a miles de personas.

Nadie en la comunidad internacional ha movido nunca un dedo para derribar esos muros, así que no se escandalicen ahora por el muro de Trump, no es muy diferente a los otros.