Olga Lucas, sobre Podemos: "Entre transparencia y hacerse la colonoscopia en la plaza pública media un abismo"
La viuda de José Luis Sampedro reflexiona sobre la vida sin el escritor, la posverdad y la crisis de Podemos
Madrid
"Llevo ya tres años largos viviendo con un fantasma". Este mes José Luis Sampedro hubiera cumplido un siglo y Olga Lucas, su compañera, lleva desde que murió Sampedro intentando cumplir con el legado humanista que heredó del profesor. Con el tesón con que lo hacía el maestro, hace lo posible por dar su aportación al “aquel de la cosa”, como decía el autor de 'La sonrisa etrusca'.
Entrevista (03/02/2017) - Olga Lucas, sobre Podemos: 'Entre transparencia y hacerse la colonoscopia en la plaza pública media un abismo'
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Desde que se fue, dice Olga que "la vida es lo mismo, no ha cambiado nada". "Voy a los institutos o a las bibliotecas que me llaman, a las asociaciones...con bastante menos sabiduría evidentemente, porque no tengo su talla intelectual, pero intento hacerlo con la misma dignidad que lo hacía él”, describe la traductora. “Estoy todo el día con sus papeles, ordenando sus archivos, atendiendo a la gente que pide cosas...Estoy todo el día con lo suyo, excepto que no tengo su presencia física. Se le echa mucho, mucho en falta”.
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Hay gente, confiesa, que le pregunta si le compensa. Si mantener el recuerdo en su ausencia, vivir como cuando él estaba merece la pena, y Olga lo tiene claro: "uno no puede heredar sólo la gloria y lo bonito". Lo vive como una obligación que desempeña a gusto, porque se siente en deuda con él y con todas las personas que han perdido al referente que era Sampedro.
Conocer a José Luis Sampedro fue la compensación que el destino guardaba para Olga, la merecida recompensa a una vida injustamente cruel. Nació en Toulouse, hija de republicanos españoles; y tuvo que sufrir con 3 años la deportación de su padre al campo de concentración de Buchenwald. No volvió a verlo hasta los 8. De allí se marcharon tras el telón de acero, a Chescoslovaquia y Hungria, donde fue intérprete. Con 21 años vuelve a a España, a la España de los sesenta con una idea de país que era la republicana que le transmitieron sus padres. El choque fue brutal, pero a pesar de todo se quedó aquí, trabajó como funcionaria y publicó varios libros. A los 50 conoció al escritor: "La vida me debía una, y me la pagó con creces el día que puso en mi camino a Sampedro".
El humanista José Luis Sampedro auguró muchas cosas; habló del peligro de la decadencia social, del neoliberalismo, de la globalización y del capitalismo salvaje. "Predijo tantas cosas...y lamentablemente no se equivocó", reflexiona su viuda. La última frase del escritor para ella fue "Tú nunca me has fallado y ahora yo te tengo que dejar sola en medio de todo esto". En medio de todo esto, hoy la mujer de Sampedro sigue la máxima "no puedo cambiar el mundo pero al menos que el mundo no me cambie a mí"; y en tiempos de la posverdad, cree que aún quedan quienes no tienen que recurrir a ella porque les gusta "la verdad a secas".
En el año 2011, cuando el 15-M, Sampedro era muy crítico con el bipartidismo y esperaba algo nuevo. Tres años después llegaría Podemos, que creó una ilusión entre aquellos sectores que años atrás se manifestaron el la Puerta del Sol. Le votarón 5 millones de personas en poco tiempo. A pesar de la crisis que está sufriendo el partido actualmente, Olga les da aún margen "hasta el 12 de febrero". Hay una parte que "hasta cierto punto" le parece normal en un movimiento que se transforma tan rápidamente que tiene que pararse a reflexionary debatir. Pero "entre transparencia y hacerse la colonoscopia en la plaza pública media un abismo". "Hay una parte que ni la apruebo, ni la entiendo", sentencia.