Treinta años de una ley no derogada

Madrid

Cuando estrenó el film, Almodóvar había rodado ya cinco películas, entre ellas títulos como “Laberinto de pasiones”, “Entre tinieblas” o “¿Qué he hecho yo para merecer esto?” Sin embargo, con “La ley del deseo”, iniciaba una nueva etapa en su filmografía. Se trataba de la primera película de su nueva productora, El Deseo, y podía controlar totalmente su película sin injerencias externas.

“La ley del deseo” es una película de amores y de pasiones intensas, un melodrama lleno de conflictos emocionales con temas plenamente “almodovarianos”, como el del amante o pareja despechada que no admite ser abandonada o dejada, algo que también está presente en títulos como “Mujeres al borde de un ataque de nervios” o “La flor de mi secreto”. Hay también referencias a la transexualidad, la religiosidad o la creación artística como motor de la vida.

En “La ley del deseo” nos encontramos también con el germen del que sería su siguiente film, “Mujeres al borde de un ataque de nervios”, en la representación de la obra “La voz humana” de Jean Cocteau. En el film destacan algunas de las escenas más recordadas del cine de Almodóvar. Una de ellas es la de Carmen Maura, acalorada en la noche madrileña, pidiendo a los barrenderos que la mojen.

Otra es la relación sexual que mantienen los personajes interpretados por Eusebio Poncela y Antonio Banderas. Pocas veces antes se había rodado una relación homosexual con tanta libertad, naturalidad y realismo.

Y la tercera es la que se desarrolla durante la representación de “La voz humana”, con Carmen Maura esperando una llamada telefónica y Ada, su hija, interpretada por Manuela Velasco, moviéndose al compás de una versión “Ne me quitte Pas” de Jacques Brel interpretado por Maysa. Una versión elegida, por supuesto, expresamente por el propio Pedro Almodóvar.

La Ley del deseo también tiene muchos paralelismos con otro film posterior de Almodóvar: La mala educación y fue el principio del fin de la relación artística entre Pedro Almodóvar y Carmen Maura. Hasta en eso fue profética esta película de Pedro Almodóvar que se estrenó ahora hace treinta años.