De tal palo

Madrid

Me va a sacar la sangre, esta niña. La han pillado copiando en el examen de Mates. Es la segunda vez, el tutor me ha repetido que la tercera conlleva el suspenso de la asignatura, y toda serie de desgracias. Ha debido creerse que yo era una adolescente también, me ha amonestado como si la responsable fuera yo. Le he repetido que no es mala niña, que se le atraviesan las mates, que a mí también me pasa, que haré lo posible por ayudarle con las tareas, bla, bla, bla.

No lograron mis padres que estudiara matemáticas, y se creen que van a conseguirlo con mi hija. El papelón en casa ahora lo tendré yo. Su padre armará el escándalo de siempre, le exigirá que le entregue el móvil, la castigará de por vida, la niña llorará, yo mediaré, y todo se quedará en nada. En tres meses estaré de nuevo en esta aula, con las lágrimas preparadas, para convencer a la tutora de que la apruebe, que si no le destroza la vida y de paso la nuestra…

Y ahora me queda enseñarle a hacer unas buenas chuletas, porque es tan vaga que ni eso hace. Que para eso se pone a estudiar, me dice. Que le dan asco las mates. Para matarla. En fin, es buena niña, espabilada, saldrá adelante. Un truco aquí, una excusa allá, un poco que estudie lo que se le da bien... Le quedan dos años, podemos lograrlo.

Me funcionó a mí, no le va a funcionar a la niña...