Guy Delisle: ''Ser rehén es peor que estar en la cárcel"

“Ser rehén es peor que estar en la cárcel. En la cárcel, sabes por qué estás allí y en qué fecha saldrás". Es una de las contundentes frases de Escapar, la nueva novela gráfica del canadiense Guy Deiisle, editada en España por la editorial Astiberri. Uno de los grandes autores del comic actual gracias a obras como Pyonyan, Crónicas de Birmania o Crónicas de Jerusalén. En todas ellas, el autor contaba su experiencia y mostraba con todo detalle los lugares que iba conociendo, alejado de la perspectiva del turista.

Delisle hace periodismo a través de la ficción y el tebeo siendo él el protagonista.Ahora la cosa cambia. En Escapar no es su historia, sino la de otro, la de Christophe André, un cooperante de Médicos sin Fronteras secuestrado en 1997 en Chechenia. Su secuestro duró 111 días y, finalmente logró escapar. Su historia acaparó los medios de comunicación y la atención del autor, que consiguió entrevistarse con él y trabajar en este nuevo cómic, durante varios años.

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Con un diujo minimalisa y en tonos azules y grisis, Deslile despoja el dibujo del detallismo de sus anteriores trabajos. "pensé hacerlo en blanco y negro..."

El reto era mantener el ritmo de una historia que trascurre en una celda y que a penas tiene acción. Por eso, el autor recurre a monólogos interiores, evasiones del personaje que nos permite conocerlo mejor.

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Monólogos repletos de reflexiones y los altibajos en el estado de ánimo de un hombre sometido a un suspense continuo y conocer la vida anterior del personaje.

El cooperante también reflexiona sobre la situación de Chechenia, un conflicto poco presente en los medios de comunicación, pero que comparte, con el resto de países que ha dibujado, la falta de libertad.

Como en grandes películas de acción que ocurren en un solo lugar, Enterrado de Rodrigo Cortés, o 127 días de Danny Boyle, el suspense no deca. En este caso, al tratarde de un hecho real, el lector conoce, desde el inicio de la historia, el final: el cooperante escapó y sigue vivo. Sin embargo, la tensión del relato mantiene al lector pegado a las páginas de este cómic de principio a fin.