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Sánchez matriusko

Pedro Sánchez se está moviendo por sus principios como una brújula a la que acercan un imán. La pregunta es “¿cuántos Pedro Sánchez caben dentro de un Pedro Sánchez?”

Cuando Pedro Sánchez renunció a su escaño para evitar abstenerse en la investidura de Mariano Rajoy, anunció que ese lunes cogería su coche para recorrer España y escuchar a los militantes. Finalmente ese lunes tuvo lío y dejó la gira para más adelante, pero la frase delataba una convicción: la de escuchar al cliente para ofrecerle un producto definitivo.

Había un problema. Que ya lo había hecho. Ya había sacado al mercado ideológico un producto que en su hoja de instrucciones decía que era incompatible, según él, con Podemos. Un producto que se estrelló en las elecciones pero que representó y defendió el propio Sánchez. Ayer presentó otra cosa, un PSOE según él más escorado a la izquierda: qué hizo mal el PSOE y qué hizo mal él para tener que mover el partido a la izquierda. El coche no sé si lo utilizó para desplazarse físicamente, pero se está moviendo por sus principios como una brújula a la que acercan un imán. La pregunta es “¿cuántos Pedro Sánchez caben dentro de un Pedro Sánchez?”. Otra pregunta es: “¿A qué Pedro Sánchez han de creerse los socialistas?”. Y una pregunta más es: “Si este Pedro Sánchez pierde en las primarias, ¿volveremos al ensayo-error?”.

Son las segundas primarias de Sánchez. Las primeras las ganó contra pronóstico y ahí tampoco tenía nada que perder. Entonces el enemigo era el PP y Podemos; uno para arrebatarle el poder y otro para tenerlo a raya en la izquierda. Esto fue así hasta hace poco. Nos hemos acostumbrado tanto a la volatilidad de las ideas que quien escuche a Sánchez hace unos meses y quien lo escuche ahora pensará haber despertado en un mundo paralelo. Pero si además justifica lo que decía y hacía entonces por las presiones externas e internas, el militante se preguntará que del mismo modo que se cambian los principios, pueden cambiar las presiones.

Manuel Jabois

Es de Sanxenxo (Pontevedra) y aprendió el oficio...